Se trata del Dr. Pedro Carriquiriborde, asesor de la CARU e investigador del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), quien fue consultado sobre si los peces del río están contaminados. Al respecto, Carriquiriborde destacó que “es importante definir lo que se entiende por contaminación”. En este caso, donde se estudiaron 17 fármacos específicos de uso humano, “han determinado que luego de consumirlos, los eliminamos a través de la orina o las heces y estos van a través de las cloacas al río, que no solamente pueden estar en el agua, sino que también son acumulados por los peces”.
Sin embargo, continuó, “los niveles que se encontraron son relativamente bajos y no representarían riesgos para el consumo humano, de acuerdo a estudios internacionales que establecen los niveles máximos admisibles de ingestas diaria”.
Consumo humano
Frente a las dudas sobre como afectaría este descubrimiento a la salud de las personas que consuman los peces de río, Carriquiriborde especificó que “un comprimido de carbamazepina suele tener entre 100 y 400 miligramos del fármaco y en los peces las concentraciones máximas encontradas de esa sustancia no superaron 1 microgramo (mil veces menos que un miligramos) por kilo de pescado”.
Esto quiere decir que para ingerir la misma cantidad de fármaco que se incorpora al consumir un comprimido, sería necesario comer 100.000 kilos de pescado.
A pesar de que no existe un riesgo a través del consumo de pescado, el estudio demuestra la llegada de estas sustancias al río y, al desconocer los posibles efectos que pudieran tener en la vida acuática, “sería recomendable que las principales ciudades ubicadas en la rivera del río contasen con plantas de tratamiento de líquidos cloacales capaces de retener este tipo de compuestos”.
Además, “es importante destacar que la gente también puede contribuir, evitando descartar fármacos vencidos por el inodoro” concluyó el especialista.