La presencia masiva de los grillos en la provincia se ha hecho sentir en los últimos días en miles de hogares. Aunque el término no es de uso común, la Real Academia Española dice que los grillos –valga la redundancia- grillan al mover sus alas y ese sonido la causa de largas noches de insomnio y el malhumor de más de uno.
Se trata de “algo temporal dado por las circunstancias atmosféricas y que probablemente el depredador de los grillos está disminuido”, lo que provoca que la población sea superior a la normal “y hoy los podemos encontrar en todos los lugares. Por más que tengas limpia la casa los grillos andan igual”.
“Se dan las condiciones atmosféricas ideales: hay baja presión, humedad, la temperatura, todas las condiciones para que (los huevos) eclosionen. Por consiguiente cuando antes nacían 3 de cada 10 huevos hoy nacen 8 de cada 10 huevos”.
Es poco lo que se puede hacer para evitar el problema más que esperar que cambien las condiciones del tiempo pero sí hay una que medida al menos permiten evitar que las prendas de vestir terminen dañadas por los grillos: colocar la vieja y conocida naftalina.
“No los mates porque es mala suerte”, se escucha en algunos domicilios. Una vieja creencia que se reflota en esta época, dado que los grillos abundan por la humedad y el calor y tambien se cree que significan riqueza.