En la madrugada de este jueves murió Braian Toledo, atleta olímpico de 26 años, producto de un accidente de tránsito en Marcos Paz. La noticia la confirmó Gerardo Werthein, presidente del Comité Olímpico Argentino.
Según informaron fuentes policiales, el atleta circulaba con su motocicleta negra por la Ruta 40 de Marcos Paz con sentido hacia Merlo alrededor de la 1 de la mañana cuando habría perdido el control luego de impactar con el chasis del vehículo contra una loma de burro que hay en el sitio. En primera instancia, un testigo del hecho advirtió que no vio a otro vehículo involucrado en el accidente.
“Hemos perdido a una gran persona nuestro querido Braian Toledo. Extraordinario deportista humilde generoso siempre solidario con los demás. Querido Braian QEPD. Te extrañaremos mucho. Rezaremos por ti. Mis condolencias a toda la familia en este desgarrador y triste momento”, dijo en su cuenta de Twitter.
La historia de Braian Toledo está relacionada con el éxito deportivo y la superación. Nacido en el fruto de una familia humilde, gracias a su forma de ser y su capacidad, se transformó en uno de los referentes del deporte olímpico argentino y era considerado como una de las grandes proyecciones del lanzamiento de jabalina en el mundo.
De la mano de Gustavo Osorio, el entrenador que lo ayudó a forjarse como atleta, con solo 16 años se convirtió en el primer medallista de oro para Argentina en la primera edición de los Juegos Olímpicos de la Juventud que se realizaron en Singapur 2010. Un año más tarde hizo su estreno en los Juegos Panamericanos de Guadalajara 2011 con una medalla de bronce.
Después de ser subcampeón del mundo juvenil en Barcelona, tuvo su estreno en los Juegos Olímpicos en Londres 2012. El tiempo pasó y Toledo continuó perfeccionándose con un solo objetivo: convertirse en un deportista de elite mundial. Eso lo logró en la pasada edición de los Juegos Olímpicos de Río 2016, cuando clasificó a la final de la disciplina.
Antes del comienzo del 2017, Braian tomó una de las decisiones más difíciles de su vida: eligió prescindir de su entrenador histórico para ponerse a trabajar con una leyenda de la jabalina en el mundo, el finlandés Kari Ihalainen. En abril de ese año, Toledo se mudó al país nórdico para planificar lo que sería el camino de cara al máximo evento multidisciplinario que comenzará en la capital de Japón el próximo 24 de julio.
El año pasado, Toledo tuvo una dura lesión que le impidió participar de los dos grandes eventos de la temporada para el atletismo: debido a una rotura en cuatro ligamentos de su tobillo derecho, tuvo que ser intervenido quirúrgicamente y debió resignar su participación en los Juegos Panamericanos de Lima 2019 y en el Mundial que se realizó en Doha, Qatar.
De aquel niño que tuvo una infancia humilde, Braian construyó una carrera deportiva que ya había conseguido importantes logros, pero en la que planificaba hacer historia en los próximos ciclos olímpicos de Tokio 2020, París 2024 y Los Ángeles 2028.
En los últimos días, Toledo había estado participando del Campus Dakas 2022, un evento que organizó el ENARD en
conjunto con el Comité Olímpico Argentino y la Secretaría de Deportes, para los jóvenes atletas que se están preparando para lo que será la cuarta edición de los Juegos Olímpicos de la Juventud, donde comenzó la historia de Braian.
El deporte argentino llora a una de sus joyas más prolíferas. Un chico que, cuando empezó a lanzar la jabalina, soñó con llegar hasta el infinito y, en la plenitud de su carrera, perdió la vida cuando planificaba volver a ser protagonista en la gran escena del deporte mundial.