La noticia de la muerte modificó toda la agenda en la Casa de Gobierno. El primer contacto con el entorno del jugador lo hizo el subsecretario de la Presidencia, Miguel Cuberos. La llamó a Claudia Villafañe y le dijo que el Presidente está «a disposición» de la familia y que le ofrece «todas las posibilidades» para despedirlo, inclusive la Casa Rosada. «Será donde quiera la familia», enfatizaron quienes acompañaron hoy al Presidente.
Finalmente, la familia aceptó el ofrecimiento. Para entonces ya se registraban movimientos en la puerta principal de la Casa Rosada. La orden fue desarmar los andamios y obradores que había en la entrada de Balcarce 50, que se habían montado para hacer refacciones en el lugar. Una decena de obreros dejaban el espacio casi totalmente despejado. También se acercaron al edificio miembros de la productora La Corte, encargada de transmitir muchos de los actos oficiales.
Alberto Fernández estaba reunido en su despacho de la Casa Rosada con el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, cuando los portavoces oficiales le acercaron la confirmación del fallecimiento del mayor ídolo argentino.
El Presidente suspendió su agenda hasta el viernes. Tenía programadas actividades mañana en la provincia de Santa Fe y el viernes en Chaco. «Ya está, cambió todo, nos vamos», dijo un portavoz oficial en medio de la conmoción por la noticia, que provocó lágrimas en algunos de los colaboradores presentes en el edificio.
Más allá de la posibilidad de hacerlo en la Casa Rosada, el Presidente dijo en una entrevista con T&C Sports que también pensó en el Estadio Diego Armando Maradona, la cancha de Argentino Juniors en La Paternal. Fernández, de hecho, reveló que conversó con directivos del club sobre esa posibilidad y dijo también que los edificios públicos estarán a disposición de la familia.