El equipo de Marcelo Gallardo quedó muy bien parado para la revancha prevista para el 14 de noviembre. Los graves incidentes producidos en la llegada del micro de Boca al Monumental (piedrazos al micro, gases de la represión policial que afectaron a varios jugadores) obligaron a la postergación, enmarcada en toda clase de especulaciones.
No hay hincha de River que no recuerde el relato de Mariano Closs anticipando el último gol: «Y va el tercero, y va el tercero, y va el tercero y gol de River, gol de River, gooooolllll?».De la formación que presentó River aquel 9 de diciembre, más los que ingresaron como suplentes hay varios que siguen en el club: Franco Armani, Gonzalo Montiel, Javier Pinola, Milton Casco, Enzo Pérez, Leonardo Ponzio, Ignacio Fernández, Julián Alvarez, Bruno Zucculini y Pratto. Se fueron Jonatan Maidana (al Toluca), Exequiel Palacios (al Bayer Leverkusen), Martínez (al Atlanta United y luego al All Nassr de Arabia Saudita), Quintero, que estuvo un tiempo parado y podría recalar en China, y Camilo Mayada (al San Luis de México).De los de Boca siguen en el plantel Esteban Andrada, Julio Buffarini, Izquierdoz, Sebastián Villa, Abila, Carlos Tevez y Leonardo Jara, quien en realidad se fue y volvió. Son varios los que ya no están en club: Lisandro Magallán (Ajax, Alavés, Crottone), Lucas Olaza (Celta), Naithan Nández (al Cagliari), Barrios (al Zenit de Rusia), Fernando Gago (Vélez, antes del retiro definitivo), Pablo Pérez (a Independiente y luego a Newell’s ), Cristian Pavón (a Los Angeles Galaxy de Estados Unidos), y Benedetto (al Olimpique de Marsella). También se fue y volvió Edwin Cardona, que en Madrid no fue al banco y hoy se perfila como titular indiscutible.
El técnico era y sigue siendo Gallardo. El conductor de Boca era Guillermo Barros Schelotto (hoy desocupado), que fue reemplazado por Gustavo Alfaro y éste por Miguel Angel Russo.
Los dueños del negocio ya hacen números pensando en ese partido que se jugará el 30 de enero en el Maracaná. Antes de eso, el 3 de enero está previsto un partido por la devaluada Copa Maradona, que en relación con el otro genera un interés minúsculo.