La Justicia Federal de Córdoba sobreseyó al tuitero que había sido denunciado por amenazar a Cristina Kirchner el pasado mes de agosto. Eduardo Miguel Prestofelippo, conocido como «El Presto», fue sobreseído por el juez Alejandro Sánchez Freytes, quien entiende que se trató de «libertad de expresión».
La denuncia había sido presentada por Gregorio Dalbón, abogado de Cristina Kirchner, a título personal, y por una diputada cordobesa. «Vos no vas a salir viva de este estallido social. Vas a ser la primera -junto con tus crías políticas- en pagar todo el daño que causaron. Te queda poco tiempo», fue el mensaje difundido a través de redes sociales, que hizo circular «El Presto» después del debate por la reforma judicial.

Entonces, la ministra de Seguridad de la Nación, Sabina Frederic, puso a disposición su cartera para «las actuaciones que ordene el Juzgado Federal interviniente» y repudió «las amenazas contra Cristina Kirchner y todas las prácticas antidemocráticas».

A principio de septiembre, el fiscal federal N° 3, Maximiliano Hairabedian, lo había imputado por «amenazas» e «incitación al odio y la violencia». Ahora el fiscal federal general Carlos Casas Nóblega hará uso de los tres días con que cuenta para analizar la decisión del juez. Dijo que «se espera más de un periodista». «El juez decidió sobreseerlo. Vamos a apelar la resolución», afirmó.

Prestofelippo tiene 28 años, nació en Entre Ríos, pero se mudó a Córdoba para estudiar en el Colegio Universitario de Periodismo. Se presenta como director del portal de noticias Data 24 y es militante libertario.

En mayo, el intendente de Paraná, Adán Bahl, lo denunció por instigación a cometer delitos e incitación a la violencia, delitos previstos en los artículos 209 y 212 del Código Penal, con pena de prisión de 2 a 6 años, por haber incitado a los trabajadores de la Municipalidad a que vayan a su casa y le prendan fuego con la familia adentro. La amenaza la dejó grabada en un video subido a YouTube el 2 de mayo del 2020, que se titula «Violadores y asesinos libres, ¿dónde están las feministas? Interna K».