Pero la historia comenzó el domingo 2 de mayo por la tarde, cuando durante un paseo familiar, Alexis Miguel Canali (33) descubrió restos de un animal que le llamaron la atención por su tamaño.
“Con mi esposa, mi nena y mi suegro fuimos a pescar mojarritas y al llegar encontramos que no había agua, porque había bajado el arroyo. Primero encontré una plomada y un anzuelo, entonces empecé a recorrer la orilla y encontré huesos y un diente grande petrificado”, contó “Me sorprendió porque estaba en un lugar medio remoto, pero fuera del agua. Algunos huesos y una muela las llevé para mi casa por si volvía a crecer el arroyo, y después pasaron a buscarlos. Otros huesos quedaron enterrados y me enteré que ahora sacaron parte de la cabeza, el maxilar y algunos huesos”, agrega Canali, quien dice que inmediatamente llamó a la Municipalidad de Liebig, desde donde pusieron manos a la obra para el rescate.