El hombre lamentó que no pudo verla durante su internación, y tampoco velarla. “Mi mamá pedía que por favor le abran el cajón y le explicamos que no se podía, porque el cuerpo sigue contagiando”, recordó el concordiense.
En relación a su sobrino, contó que “la estaba peleando, era una persona joven, porque con 21 años tenés toda la vida por delante…”.
Al instar a la ciudadanía a respetar los cuidados para evitar los contagios por coronavirus, Gabriel apuntó: “Son cosas de la vida que uno no espera. Uno va a trabajar todos los días pensando que nunca va a ocurrir nada, pero lamentablemente es impresionante. Este virus no sabe de edades ni clases sociales y arrasa con todo”.
En la oportunidad, el muchacho contó que es conocido de la familia Güida, con quienes compartió fiestas cumpleaños. Se recordará que dos hermanas, Aldana y Marina, fallecieron con coronavirus en un lapso de nueve días.
“Tomemos conciencia, la pandemia no es una joda. Nos puede tocar a cualquiera”, encomendó Gabriel al instar a todos a cuidarse.