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La cantidad de accidentes viales es alarmante en Entre Ríos

mayo 26, 2022
Especialistas advierten por imprudencia, temeridad, distracciones e incumplimiento de normas en los accidentes viales y convocan a una «nueva cultura vial».
Especialistas advierten por imprudencia, temeridad, distracciones e incumplimiento de normas en los accidentes viales  UNO / Juan Manuel Hernández

En el primer trimestre 2022, a nivel nacional hubo 870 accidentes fatales, que involucran un total de 974 muertos. De las estadísticas de la Agencia Nacional de Seguridad Vial se desprende que la mitad de los siniestros del país ocurren en rutas nacionales y que el número de varones fallecidos casi triplica al de mujeres fallecidas. Es dramática, además, la muerte de jóvenes en accidentes: cuatro de cada 10 víctimas se concentran entre los 15 y 34 años, un impactante aumento en comparación con dos años atrás. En 2019 esa tasa era del 14,4%, en 2020 había pasado al 44% y en 2021 al 42%. En cuanto a los vehículos, la moto es la principal protagonista de accidentes fatales: 4 de cada 10 fallecidos se trasladaban en este rodado.

Según la ANSV, Entre Ríos está entre las provincias de “Siniestralidad moderada pero estable”, junto Santa Fe, San Luis, Catamarca, Córdoba, La Pampa, Formosa, San Juan y Neuquén. Las de mayor siniestralidad fatal pertenecen al “Norte Grande”: Santiago del Estero, Misiones, Jujuy, Chaco, La Rioja, Tucumán y Corrientes.

La evolución de los muertos en accidentes viales en Entre Ríos desde hace 12 años muestra que: hubo 171 víctimas fatales en la provincia en 2008, 142 en 2009, 148 en 2010, 148 en 2011, 160 en 2012, 188 en 2013, 208 en 2014, 184 en 2015, 167 en 2016, 160 en 2017, 192 en 2018, 139 en 2019, 71 en 2020 (el año del aislamiento obligatorio por Covid) y 147 en 2021.

En Entre Ríos, en lo que va de 2022, ya se cuentan 67 personas muertas en 61 siniestros viales fatales. Según el relevamiento del Observatorio Vial dependiente del gobierno provincial, 19 muertes ocurrieron sólo en lo que va de mayo. 31 fallecieron en en rutas, 25 en calles y avenidas y 5 en caminos vecinales. Los hechos fueron 32 choques, 15 despistes o vuelcos, cinco atropellos a peatones, cuatro caídas, cuatro choques y un siniestro sin causa especificada. El 32% de las víctimas han sido motociclistas; 41% automovilistas, 12% peatones, 10% camionetas, 4% transportes de carga, 1% bicicletas.

“Es alarmante”

Ricardo Galliussi es jefe de la División de Accidentología Vial de la Policía de Entre Ríos, licenciado en Accidentología Vial y profesor de asignaturas en la materia en la Escuela de la Policía y en la UADER. Considera que hoy estamos en una “situación llamativa” por la cantidad de accidentes que vienen ocurriendo todos los días en las ciudades grandes de la provincia y por la cantidad de personas fallecidas. “Es sumamente alarmante lo que está pasando en nuestras calles. Llama poderosamente la atención el número de siniestros”.

Según los datos de la división policial, las principales causas de accidentes en las ciudades son no respetar la prioridad de paso en esquinas sin semáforos y el giro a la izquierda (de vehículos que lo hacen para ingresar a un garaje o en una esquina.

El celular, un peligro

Pablo Peil también es licenciado en Accidentología Vial, y coordinador del Observatorio Vial de la Provincia. Coincide en dichas causas pero suma una de primer relevancia: el (mal) uso del celular. “En zonas urbanas el común denominador en conductores, peatones, ciclista y motociclistas es la utilización del teléfono celular como principal factor de distracción”. También resaltan la falta de acatamiento a la normativa vial, no respetar las prioridades de paso, el exceso de velocidad y circular por carriles no habilitados, entre otras.

El mismo problema se ve en las rutas. Peil señala los motivos detrás de maniobras bruscas que conllevan a despistes y generalmente terminan en un vuelco. “El uso de la telefonía celular, el cansancio por viajes largos y la falta de atención son los principales factores de distracción presentes en este tipo de siniestro”, enlista.

Galliussi enfatiza la necesidad de ser prudentes al volante y al manubrio. O yendo a pie. «El celular está siendo muy utilizado en la conducción y está todo el tiempo al alcance de la mano», menciona.

“La imprudencia nos está llevando a todo lo que estamos pasando. En un alto porcentaje, los siniestros viales se deben a que el conductor está desatento, mirando el celular”, alerta el licenciado y funcionario policial.

Matar al pasar la ruta

Aunque el celular es un riesgo cada vez mayor, en las rutas lo más asesino es sobrepasar otros vehículos sin cuidado ni respeto por el otro. “Es el factor más llamativo y la causalidad vial de referencia que tenemos al analizar siniestros viales en nuestras rutas”, confirma Galliussi. Y describe: Hay personas que sobrepasan vehículos de forma aleatoria, sin ningún análisis e infringiendo muchas normas, como no hacerlo en doble línea amarilla, en curvas o en lomadas”.

Según el policía, no se debe tanto a sobrepasos indebidos sino “mal calculados”. Y recuerda que para hacer un sobrepaso hay que asegurarse de que detrás no venga nadie, que delante esté la distancia correcta para poder hacer el adelantamiento, usar las luces de giro, que no venga nadie en sentido opuesto y que la potencia del vehículo va a ser suficiente para pasar al otro en el menor tiempo posible.

Desde el Observatorio, Peil ratifica: “Si hablamos de las rutas, la causalidad con mayor frecuencia es la invasión de carril, provocando colisiones frontales que en su mayoría tienen desenlaces fatales”. El funcionario destaca como causales la conducción “temeraria”, que incluye el “exceso de velocidad” y el manejo en estado “alterado” (bajo consumo de alcohol u otras sustancias psicoactivas).

En cambio, observa que el estado de las rutas y caminos tienen una incidencia muy baja. “Los conductores en su mayoría conocen esos tramos de las rutas y circulan con mayor precaución. Esto no justifica la falta de mantenimiento de las mismas”, aclara.

Conocer la velocidad

Galliussi ilustra el riesgo que supone distraerse a altas velocidades, aunque sea dentro de las permitidas, que en todas las rutas entrerrianas es de 110 kilómetros por hora, salvo tramos de la Autovía 14 que permiten hasta 120 km/h. “Un vehículo que está circulando a 100 km/h recorre 27,7 metros por segundo. Uno lo observa a 100 metros, pero en tres segundos ya está al lado”, grafica el funcionario policial. “A esa velocidad cualquier pérdida de control o distracción que lleve un segundo, es salirse de la ruta y terminar en el campo. Y cualquier percance hace que en décimas de segundos se invada el carril contrario”, añade.

Esto no excluye al manejo en las calles de las ciudades. “Cuando la velocidad permitida es hasta 40 km/h, el vehículo va a 11 metros por segundo. También es mucho si vas a recibir un impacto”, advierte.

¿Leyes más duras?

Consultados sobre la necesidad de endurecer penas y leyes sobre tránsito, los especialistas consideran que la legislación actual es suficiente, pero que es necesario hacerla efectiva. “No endurecería las penas”, opina Gallissi, pero remarca la falta de control y sanción: “ahí es donde tenemos que empezar a trabajar fuertemente como Estado. Controles perdurables en el tiempo, serios, con funcionarios formados y capacitados en las normas”. El jefe de Accidentología Vial aclara que no se debe hacer “para generar multas”, sino “con el afán de proteger al que está haciendo las cosas bien, que cumple las normas y corre igual un alto riesgo, porque una persona que infringe las normas nos pone en riesgo a todos”.

Peil también entiende que “la legislación actual es acorde”, pero propone: “debemos trabajar en el cumplimiento y la aplicación de las sanciones. Cuando la seguridad vial empiece a estar en la agenda de funcionarios nacionales provinciales y municipales como política pública podremos cambiar nuestra realidad”. Sin embargo, sugiere: “No solo es tarea del Estado, sino que a todos los ciudadanos nos compete”.Y enfatiza la necesidad de una “nueva cultura vial y trabajar la educación”.

“A modo de ejemplo, todos tenemos un familiar, amigo, vecino o conocido que ha sufrido un siniestro en moto y por no llevar el casco adecuado y correcto sufren lesiones irreparables o muchas veces son letales. De similar manera si hablamos del automóvil, el conductor es el responsable de exigir a cada uno el uso del cinturón de seguridad”, concluye el especialista.

Conducí tu curso: una apuesta educativa

Conducí tu Curso es un programa educativo impulsado por el Instituto Autárquico del Seguro de Entre Ríos (Iapser) y del que participan el Consejo General de Educación, la Subsecretaría de Juventud de la Provincia y la División de Accidentología Vial de la Policía de Entre Ríos.

La subsecretaria de Juventud de la Provincia, Brenda Ulman, en diálogo con UNO , destaca: “El programa tiene el espíritu de capacitar a esta franja etárea porque vemos la necesidad de trabajar con los jóvenes que están próximos a la edad para obtener su licencia de conducir. Pero no solamente con ellos sino con toda la comunidad, por ejemplo, que los gurisitos desde pequeños palpen la educación vial, como peatones, usando el cinturón de seguridad, si son muy chiquitos usar el asiento que corresponde”.

La funcionaria afirma: “Actualmente se pretende una progresión en la educación vial para disminuir la cantidad de accidentes que tenemos en la franja joven”. Y suma: 2Queremos pensar la educación vial integral, no solamente en el que conduce sino en el peatón”. Ulman agrega también que se proponen “sumar una evaluación del programa para analizar su impacto”.

El desarrollo de Conducí tu Curso comprende diferentes etapas. En la primera, de capacitación, se realizan talleres sobre seguridad vial según la Ley Nacional Nº 24.449. Las capacitaciones son dictadas por personal de Accidentología Vial de la Policía.

Luego hay una etapa clasificatoria: una competencia de destreza física, karaoke, baile de parejas y preguntas y respuestas sobre la Ley Nacional. Este juego define los cursos que clasifican a la etapa final.

Los estudiantes también reciben puntajes por presentar una mascota y una bandera relacionada con la seguridad vial. En los días previos a esta jornada, los estudiantes deben publicar una fotografía o video en sus perfiles de instagram, mostrando alguna situación asociada al programa.

La última etapa es una prueba de manejo de automóvil por parte de dos compañeros (que cada curso elige) acompañados de un adulto y personal de Accidentología. Los policías y agentes de Tránsito municipal evalúan el desempeño de cada conductor.

Luego se premia a los cursos ganadores con dinero, que podrán emplear para cubrir los costos de su recepción, carrozas, viaje de egresados o la indumentaria del último año de estudio.

(Uno)