Los tres hijos de Ginóbili le pusieron el saco naranja que lo coloca en el Salón de la Fama de la NBA
No es un jugador o miembro de alguna selección neerlandesa. El color anaranjado del saco recibido este viernes significa su ingreso a un lugar selecto, para pocos: el Salón de la Fama de la NBA. Se trata de Manu Ginóbili, el mejor basquetbolista argentino de la historia. Escribiendo una nueva página dorada en este deporte, su arribo se terminará de concretar este sábado, en un evento realizado en Massachusetts.
Manu brindó en la previa una pequeña conferencia de prensa para contar sus sensaciones, su alegría por este tremendo galardón. Y más allá de eso, fue particular el momento en el que se puso el atuendo naranja con la compañía sus tres hijos (Luca, Dante, Nicola). Subidos al escenario, el bahiense recibió de parte de sus niños la característica pilcha que se entrega a quienes entran al exclusivo salón. Antes era de color azul y, desde 2016, cambió a anaranjado.
El ganador de cuatro anillos con los San Antonio Spurs describió su estado actual: «Estoy muy contento, todo esto trae presión, nervios, pero ya preparé qué decir, ya están mis invitados. A disfrutar y a pasarlo con ellos que son la parte importante con las que estoy acá. Es una reunión de amigos, coaches, entrenadores, jugadores. Es celebrar lo que fue mi carrera y estoy muy contento».
El bahiense, que jugó 16 temporadas en la elite del básquet, afirmó: “Es irreal estar en este momento. Uno no crece en la Argentina esperando que vaya a llegar a este lugar. Vengo de una ciudad chica en Argentina, apasionada por el fútbol. Mis logros más importantes son los logrados en forma colectiva. No tengo MVPs y todos esos reconocimientos, así que estoy acá por haber formado parte de grandes equipos. Es increíble”.
«En un momento, en el ‘98, ‘99 y 2000, cuando empezaron a pasar cosas en el juego, notaba que había algo distinto en mí, una marcha más. Después se fue intensificando hasta 2005, 2006, que fue mi mejor momento. Pero hasta ese entonces estaba trabado, sentía que me faltaban cosas”, explicó Manu, que será el primer argentino y quinto latinoamericano en entrar al Salón de la Fama.
Con respecto al galardón, agregó: “¿Si logro perpetuidad con este premio? Después de esto no viene nada más. Es el mayor logro que podría tener. Hace tres años, con la ceremonia del retiro de la camiseta fue algo muy de San Antonio. Pero esto es del básquetbol en general”.
Sobre su carrera, expresó que «uno se esfuerza mucho para lograr buenos resultados». Y añadió: «Es imposible no pensar en los campeonatos ganados, pero cuando lo ves desde afuera querés agradecer a los compañeros, al masajista, al que limpiaba la cancha. Porque generan una atmósfera linda y te dan ganas de ir a entrenar. Guardo en un lugar muy importante de mi memoria todos esos momentos”.
Ginóbili afirmó que comenzó a disfrutar de esta ceremonia cuando llegó allí: “De entrada, no bien me dijeron que entraría en el Salón no lo disfruté tanto. Había que hacer el discurso, empecé a recibir mensajes, invitaciones… Uno quiere agradecer a todo el mundo y no podés. Las últimas 24 horas, desde el momento de llegar acá, empecé a disfrutarlo mucho más”.
También fue consultado por sus ídolos de la infancia: “Michael Jordan era mi ídolo indiscutido de la infancia. Pero cuando se convirtió en tan popular, elegí otro equipo, a los Warriors. Y es un placer compartir esta ceremonia con Tim Hardaway, que fue una referencia». Contó también que “hay un vínculo entre todos los jugadores hispanohablantes de la NBA. Sobre todo con los sudamericanos que llegaron; uno trataba de acercarse y charlar un rato”.
El jugador que formó parte de la Generación Dorada habló del nivel del básquet en Argentina: «Está donde tiene que estar. Hay una generación que puede empujarlo, tuvimos momentos de rating muy alto, pero después vuelve adonde tiene que volver y pasa en todos lados. Pudimos haber generado un auge en algún momento, pero después vuelve adonde tiene que estar. Y para cambiar eso radicalmente tiene que haber un trabajo serio, de raíz, que nunca va a pasar en nuestro país”.
(mural de Ginobili en San Antonio Texas, foto tomada por infor-villaguay)