– Hablando de infraestructura, cuando se enteró que toda la producción salteña saldría por el puerto de Paysandú, ¿qué pensó?, le preguntaron.
– Que tenemos que trabajar doblemente. Por un lado, la iniciativa privada del puerto de barcazas al norte de la represa de Salto Grande, y lo otro que ya no depende tanto nuestro sino de los gobiernos nacionales, pero que venimos impulsando, es la navegabilidad del río Uruguay desde Salto hasta el puerto de Paysandú. Es natural que la producción en caso de canalizar a través del río Uruguay salga por el puerto más cercano, y el puerto más cercano que tenemos es Paysandú. Por eso, aprovechando que Enrique Cresto ha vuelto a la Municipalidad de Concordia, ya en estos días vamos a tratar de volver a impulsar lo que es la navegabilidad del río Uruguay entre Paysandú y Salto. Hablamos de un dragado en tres lugares puntuales, en la desembocadura del Arroyo San Francisco en el río Uruguay, a la altura de la Meseta de Artigas y en la zona conocida como Playa de Corralito. Son tres lugares puntuales a un costo de un millón ochocientos mil dólares, el dinero lo tiene la CARU. Si no lo tuviese, le hemos expresado al gobierno nacional uruguayo que estamos dispuestos a destinar parte del Fondo de Desarrollo del Interior (FDI) al dragado del río Uruguay. Así como se destinó parte del FDI a la construcción de la Central Hortícola, también estamos dispuestos a volcarlo al dragado, porque entendemos que es clave para recuperar una actividad que fue característica de Salto hasta la construcción de la represa, luego comenzó otra historia, perdimos esa actividad que en otras ciudades significa mucho.
Precisamos que haya acuerdo entre los dos gobiernos nacionales, pero ahora con el retorno de Cresto que estuvo hasta hace poco muy cerca del Presidente Alberto Fernández seguramente ahora podremos generar alguna instancia con el Presidente Lacalle Pou para ver si podemos destrabar esa cuestión. Y además, sabiendo que el propio Gobernador de Entre Ríos, Gustavo Bordet, también está dispuesto a aportar recursos con destino al dragado, que si lo sumamos a parte del FDI que está dispuesto a aportar la Intendencia de Salto, me parece que está todo. ¿Qué falta? La voluntad de los dos gobiernos nacionales en decir que se haga el dragado del río Uruguay.
– La CARU insiste en reafirmar que solo habrá dragado hasta Paysandú, que es lo que se ha logrado acordar entre ambos gobiernos nacionales.
– Estamos hablando de dragados distintos. No estamos hablando de 100 kilómetros de dragado, no hablamos de hacer un dragado de Paysandú hasta Salto, hablamos de tres sitios puntuales…
– ¿Los más conflictivos?
– Sí. Con eso garantizamos un río con una canal de navegación a 9 o 10 pies, hablamos de un canal con una profundidad de 2,70 a 3 metros. Lo que podría llegar a Salto son barcazas, no estamos pensando en nada distinto. Esa es nuestra propuesta, otra cosa requeriría de otros recursos y de otras voluntades que hoy no están. Lo que hoy estamos planteando es un dragado en tres lugares puntuales a un costo de casi dos millones de dólares, la Provincia de Entre Ríos está dispuesta a aportar una parte, la Intendencia de Salto también. A ver, dos millones de dólares es lo que la Intendencia de Salto aportó para la construcción de la Central Hortícola del Norte. Por tanto, si está la voluntad de los gobiernos nacionales uruguayo y argentino de autorizar ese dragado, la Intendencia de Salto está en condiciones de volcar estos recursos. Por eso decimos que los recursos en este tema es lo menos importante, lo fundamental es que las dos Cancillerías y que los dos Presidentes estén de acuerdo. Hemos escuchado muchas veces al Presidente de la República apostar por la navegabilidad del río Uruguay. Y con la construcción de ese puerto de barcazas al norte de la represa de Salto Grande, que es un emprendimiento privado, pero que será importante para el desarrollo de la región, no es incompatible con la navegabilidad del río desde Paysandú a Salto, y de esa manera tendríamos la posibilidad de tener un río navegable desde Salto pasando por el puerto de Paysandú, el de Fray Bentos, Nueva Palmira, llegando a Montevideo.
– Para que la navegabilidad rinda, en el plan de negocios debe estar previsto no solo llevar mercadería al sur, sino que las barcazas vuelvan al norte también con mercadería, que justamente fue uno de los problemas que existió en experiencias recientes, ¿se ha pensado en ese tema?
– Lo que tenemos son estudios que hemos realizado de factibilidad de medio ambiente. Lo habíamos conversado cuando el Frente Amplio era gobierno con el Ministro Rossi y hoy lo hemos hecho con el Ministro Falero. Hemos planteado que lo que nos está faltando es el estudio de impacto económico, pero además de eso tenemos la experiencia de que hubo tres o cuatro viajes de barcazas que partieron del puerto de Salto. Ahora, el inconveniente fue en el último de ellos que quedó varado en uno de los puntos que hemos mencionado, en este caso la Playa de Corralito.
– Pero el problema por el que se dejó la posibilidad de las barcazas no fue solo ese, fue porque las barcazas retornaban vacías y eso era pérdida para el inversor.
– Creo que si durante 150 años el puerto de Salto funcionó, fue operativo y los puertos en el mundo entero funcionan, generan trabajo, el transporte marítimo es mucho más barato que el transporte carretero, y si en todos lados funciona, ¿justo no va a funcionar en Salto? Apostamos a este proyecto, así como en su momento toda la propuesta de la Central Hortícola estaba trancada porque no aparecían los recursos y la Intendencia toma la decisión de aportar dos millones de dólares, en este caso estamos dispuestos a aportar los recursos también. Haremos las gestiones, arrancaremos en los próximos días aprovechando el retorno de Cresto, iremos a hablar con el Presidente, con el Secretario de la Presidencia, con el Ministro de Relaciones Exteriores, con quien sea. Creo que hay que golpear cada una de esas puertas, hacer las gestiones y ver si lo podemos concretar.