Tras varios años de reclamo de la Cámara Autotransporte Terrestre Internacional del Uruguay (Catidu), finalmente el Poder Ejecutivo aprobó el decreto que obliga a las empresas argentinas que realicen fletes en Uruguay a cobrar los servicios a través de transferencia bancaria y no en efectivo como lo venían haciendo hasta el momento, lo que reduciría de manera significativa sus márgenes de ganancia al quedar supeditados al tipo de cambio oficial.