Tal como informó ayer este medio, dos de los casos mencionados corresponden a hombres de 48 y 36 que murieron el 12 y 17 de enero. Ambos tenían Salmonella, una bacteria que si contamina los alimentos puede generar cuadros intestinales graves.
Los dos fallecidos ingresaron con un cuadro de diarrea, vómitos y otros síntomas compatibles con intoxicación alimentaria al hospital Evita Pueblo de Berazategui. “Refirieron haber comido carne y achuras de una misma carnicería que ya fue identificada. Esta situación fue informada la Dirección de Bromatología de la Municipalidad de Berazategui, que procedió a tomar muestras de mercadería, enviarlas para su análisis al SENASA (Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria) e INAL (Instituto Nacional de Alimentos) y clausurar el establecimiento”, detallaron desde el ministerio.
Con relación a los restantes dos pacientes, voceros de la cartera sanitaria confirmaron a LA NACION que también refirieron haber comido carne con achuras, aunque no precisaron dónde las compraron. Asimismo, consignaron que uno permanece internado también el el hospital Evita Pueblo y el otro en un sanatorio local a la espera del diagnóstico etiológico.
Para la identificación de el o los agentes involucrados, las muestras de los pacientes fueron derivadas al Laboratorio Nacional de Referencia ANLIS Malbrán y las muestras de alimento se encuentran en el Instituto Nacional de Alimentos. Hasta el momento, en el caso del primer fallecido se confirmó la presencia de Salmonella typhimurium y en el segundo, de Shigella y Salmonella.
Frente al escenario descripto, las autoridades bonaerenses y municipales instaron a los equipos de salud de Berazategui y de los distritos aledaños a fortalecer la vigilancia epidemiológica y a notificar “en forma inmediata” al ministerio de Salud del a Provincia toda consulta de personas, de cualquier edad, con antecedente de diarrea, vómitos o sintomatología compatible con intoxicación alimentaria.
Por su parte, desde la cartera liderada por Nicolás Kreplak emitieron una serie de recomendaciones destinadas a la población en general, que incluyen diferentes medidas de prevención e higiene para la manipulación y el consumo de alimentos y bebidas.
Cómo evitar una intoxicación alimentaria
- Utilizar agua segura. Si no es agua de red: agregar dos gotas de lavandina por litro de agua o hervirla de 2 a 3 minutos o utilizar pastillas potabilizadoras.
- Lavarse las manos con agua y jabón después de ir al baño, después de cambiar pañales y antes de amamantar. También antes y después de preparar alimentos (en especial después de tocar carne cruda) y consumirlos.
- Mantener la higiene en la preparación de alimentos.
- Utilizar alimentos frescos, limpios, bien cocinados y recientemente preparados.
- Lavado de vegetales: lavar y desinfectar cuidadosamente con agua segura frutas y verduras sobre todo si se consumen crudas y en lo posible, pelarlas.
- Cocinar bien los alimentos: los huevos hasta que tengan consistencia dura. Si los huevos tienen olor o sabor extraño, no consumirlos.
- Las carnes deben estar bien cocidas por dentro y por fuera, hasta que pierdan totalmente el color rosado, teniendo especial cuidado con la carne picada, hamburguesas, albóndigas, empanadas, pastel de carne, achuras, etc. Cocción correcta: cocinar completamente hasta que no queden partes rosadas en su interior y sus jugos sean claros (mínimo 71°C en el centro de la pieza).
- No consumir carne si tiene mal olor al momento de prepararla o si perdió la cadena de frío. Las carnes no deben descongelarse más de una vez en caso de haber sido frizadas.
- No usar el mismo cuchillo, tabla o mesada donde se apoyó carne cruda para cortar otros alimentos, sin antes lavarlos con agua y detergente.
- Evitar la contaminación cruzada: en las áreas de preparación de alimentos limpiar y desinfectar las superficies, las tablas de cortar y los utensilios después de que hayan tomado contacto con carne cruda y/o sus jugos.
- Separar las carnes crudas y/o sus jugos de los alimentos listos para consumir, principalmente durante la compra, el almacenamiento y la preparación de los mismos.
- Consumir leche, derivados lácteos y jugos que estén pasteurizados.
- Conservar alimentos frescos y cocidos en la heladera.
- Evitar la ingesta de medicamentos sin indicación médica e infusiones caseras.