El sindicato recordó que fue gracias al “excelente” funcionamiento de la central y del cuadrilátero de transmisión que se pudo energizar y estabilizar el sistema eléctrico argentino en los dos últimos incidentes importantes: El Gran Apagón de 2019 el Día del Padre, y el pasado 1 de marzo. Y también advirtió que, de continuar esta situación, el complejo hidroeléctrico puede no estar en condiciones de responder ante un nuevo evento de similares características.
El esquema de funcionamiento es el siguiente: La secretaría de Energía fija los precios, CAMMESA (Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico SA) es quien planifica los despachos y registra lo generado, armando la transacción económica. Luego el ministerio de Economía, a través de Hacienda, libera los pagos que ENARSA hace efectivos. Hasta la semana pasada a Salto Grande se le debía una suma superior a los 1400 millones de pesos.
A Salto Grande, que genera varias veces más de lo que cuesta mantenerla funcionando, se le pagan 2 dólares el megavatio/hora generado, mientras que el valor promedio de mercado ronda los 90 dólares. Pero hoy no estaría recibiendo ni eso.
Los dos últimos incidentes graves, el Día del Padre de 2019 y el pasado 1 de marzo, fueron subsanados desde Salto Grande, por acción de la Central hidroeléctrica y las 4 subestaciones que componen un cuadrilátero de casi 450 km de línea. Desde allí se pudo estabilizar y levantar el sistema eléctrico a más de medio país, incluso en la República Oriental del Uruguay.
“No podríamos asegurar que se trata de una desfinanciación, pero tiene todas las características. Esto puede afectar la operatividad de todo el complejo y del sistema eléctrico en general porque Salto Grande no solo es proveedor de energía, sino que, lo más significativo, es la única hidroeléctrica que regula la frecuencia eléctrica”, expresó el secretario general del Sindicato Argentino de Salto Grande, Sergio Benítez.
Salto Grande agotó en 2022 -para cubrir los gastos corrientes, eventualidades, y el pago de sueldos- el fondo de reserva creado por la resolución N°1392 que emitió la secretaría de Energía en 2010.
En caso de volver a ocurrir un evento grave, si esta situación se prolonga, puede pasar que Salto Grande no esté en condiciones para operar. “Un corte que se resolvió en minutos, podría tardar días la próxima vez”, alertó con preocupación Benítez.
“Estos ajustes llevan a recortar gastos operativos del personal, compra de repuestos, insumos, materiales y contratación de servicios para el mantenimiento de la central, las subestaciones y el cuadrilátero en toda su dimensión. Con el consecuente perjuicio a los proveedores de la región”, apuntó.
“Se trata de un complejo que ya tiene 40 años, si bien ha sido siempre bien mantenido y hay un plan de 500 millones de dólares para ponerlo en valor y extender su utilidad, es una realidad que estos equipos están llegando al final de la vida útil. Renovarlos lleva tiempo y se realiza por etapas que llevan años. Mientras tanto, hoy el Estado le está dando a Salto Grande menos de lo que necesita para operar, están jugando a la ruleta rusa con el sistema eléctrico y con la seguridad de las poblaciones costeras”, señaló.
“Hay que salir a decir esto ahora porque el sistema eléctrico está al límite, pendiente de un hilo, porque hay mucho consumo, lo vimos este verano, la generación no alcanza y la distribución tampoco. La verdad que es un poco confuso lo que sucede: Por un lado, se habla de la generación de energía como motor de la economía y el desarrollo, y tras los reiterados cortes de luz que se dieron en diferentes zonas del país durante las olas de calor, la Secretaría de Energía de la Nación informó que existen 54 obras de transporte y distribución eléctrica en marcha que se encuentran ejecutándose en el marco del Plan Federal de Transporte Eléctrico, pero -por otro lado- asfixian a la gallina de los huevos de oro, al jugador que le tapa los penales”, cerró Benítez.
Luego del último gran apagón del pasado 1 de marzo, desde SIATRASAG ya habían señalado que, con anterioridad al suceso mencionado, y por medio de nota formal, se le pidió al ex Subsecretario de Energía, Federico Basualdo, y al actual en el cargo, Santiago Yanotti, que el costo de operación y mantenimiento del cuadrilátero de Salto Grande también sea incluido en lo que se recibe la represa por el valor del Megavatio. A las luces de la deuda ahora conocida, que Nación no estaría pagando lo poco y barato que venía pagando, es toda una quimera que este último reclamo pueda ser atendido.