Sabido es que desde Entre Ríos, de manera espasmódica, se ha planteado el traspaso de la parte argentina de la Represa de Salto Grande a la provincia. ¿Qué piensa el gobierno nacional al respecto? ¿Ve con buenos ojos provincializar?
Para intentar encontrar respuestas, vale mirar con atención las decisiones que Nación se apresta a adoptar respecto de represas sureñas que estaban concesionadas a privados, a quienes se les vence el período de concesión. ¿Vuelve a licitar? ¿Las absorbe Nación junto a las provincias o de espalda a las provincias? Veamos.
El gobierno nacional -según da cuenta el diario Río Negro- avanza en solitario con el traspaso de las hidroeléctricas ubicadas en los ríos Limay y Neuquén a la empresa estatal Enarsa (Energía Argentina SA) a medida que vayan venciendo sus concesiones, desde el 11 de agosto que viene.
Estas acciones, plasmadas en notas internas de la secretaría de Energía a las que accedió el Diario Río Negro, se contradicen con la intención original de armonizar con las provincias un modelo de manejo de las presas y de la cuenca, reveló el periodista Martín Belvis.
Las negociaciones están empantanadas mientras el fin de las concesiones está muy cerca.
Para colmo, la posición común que alguna vez construyeron los gobiernos de Neuquén y Río Negro ya no existe, por varios motivos.
La cuestión política también tiene su incidencia porque, en medio de tanta incertidumbre, aparece una certeza: ni el presidente Alberto Fernández ni los gobernadores Omar Gutiérrez y Arabela Carreras seguirán en sus puestos a partir del 10 de diciembre.
Emanuel Leyni Sánchez es el director nacional de Generación Hidroeléctrica. En un documento interno dejó documentada la intención de que sea Enarsa la que reciba las hidroeléctricas, conforme vayan venciendo las concesiones.
“Los derechos derivados de la titularidad de acciones por el Estado nacional son ejercidos por el actual Ministerio de Economía”, escribió. La secretaría de Energía que maneja Flavia Royón depende de esta cartera.
Enarsa “es de titularidad mayoritaria del Estado Nacional, y conforme su objeto, entre otras actividades, está autorizada para por sí, por intermedio de terceros o asociada a terceros, generar, transportar, distribuir y comercializar energía eléctrica y puede realizar actividades de comercio vinculadas con bienes energéticos y desarrollar cualquiera de las actividades previstas en su objeto, tanto en el país como en el extranjero”.
Según el razonamiento del funcionario, para Enarsa no sería algo extraño puesto que “en octubre de 2017 absorbió Emprendimientos Energéticos Binacionales SA (EBISA), una sociedad responsable de desarrollar proyectos y estudios, prestar servicios de consultoría, preparar licitaciones y supervisar obras relacionadas con el sector eléctrico y le fue otorgada la concesión para la generación de energía de las centrales hidroeléctricas actualmente denominadas Néstor Kirchner y Jorge Cepernic”.
¿Y los gobernadores?
Los dos gobernadores electos, Rolando Figueroa y Alberto Weretilneck, prefirieron no hablar.
En el actual gobierno neuquino sospechan que Weretilneck (cuya pareja, Andrea Confini, es la secretaria de Energía de Río Negro) no tiene el mismo parecer que Carreras respecto de este asunto.
En cambio, Figueroa sí se pronunció a favor de un comanejo de las presas.
Para la región es clave que se discutan asuntos relacionados con el manejo del agua (donde manda la Autoridad Interjurisdiccional de Cuencas) y la integridad de las obras, que tienen entre 51 y 25 años (esto es tarea del Organismo Regulador de Seguridad de Presas).
Otro aspecto clave es el financiamiento de estos dos organismos (que reciben un pequeño porcentaje de la facturación de las hidroeléctricas). La decisión de calcular esa proporción sobre una parte de la remuneración de las generadoras ha complicado sus funcionamientos.