El ex gobernador Sergio Urribarri declaró durante unos cuarenta minutos ante los fiscales Patricia Yedro y Gonzalo Badano, en la causa que lo tiene como imputado por presunto enriquecimiento ilícito.
Urribarri no estuvo en el edificio del Ministerio Público Fiscal, sino que su declaración se produjo por videoconferencia. En un comunicado que se difundió horas más tarde, el ex mandatario dijo que la pericia que se realizó para determinar su patrimonio “no está terminada” y aseguró que la cifra que le atribuyen los fiscales como enriquecimiento no justificado es “exorbitante y mentirosa”.
En la audiencia, Urribarri fue imputado formalmente por el delito de enriquecimiento ilícito. Los fiscales sostienen que entre 2008 y 2015 el ex gobernador habría tenido un crecimiento desproporcionado e injustificado de su patrimonio que estimaron en 11.546.772,05 pesos, 7.245.441,02 dólares y 16.300 euros. Estos números se desprenden del informe pericial contable elaborado por los profesionales Romina Stepanic Pouey, técnica del Poder Judicial; y Cristian Dumé, perito de parte.
La imputación sostiene además que el ex mandatario habría utilizado a Diego Armando Cardona Herreros y Rubén Ángel Martínez como testaferros y “para disimular su real patrimonio y gestionar sus fondos y bienes”. Ambos están citados a prestar declaración de imputados para este viernes.
Sin embargo, Urribarri señaló que “la verdadera pericia contable no está terminada porque los profesionales a cargo están esperando una documentación solicitada por mis abogados y por Fiscalía al Juez de Garantías para que libre un exhorto a Grecia sobre los ingresos que tuvo mi hijo futbolista en los años en que vivió y trabajó allá. Esto ocurrió en octubre de 2022. Cuando la pericia esté completa se podrá ver que no hay ninguna inconsistencia en mi patrimonio, y que no existe la cifra exorbitante y mentirosa que difundieron la Fiscalía y sus medios afines”.
“El monto económico que la pericia arrojó hasta este momento, y sin contar los ingresos de mi hijo, es veinte veces menor al monto que el Ministerio Público Fiscal difundió con sus medios afines para instalar un relato que nada tiene que ver con la realidad”, agregó el ex mandatario y ex embajador en Israel y Chipre.
Bruno Urribarri, hijo del ex gobernador, jugó profesionalmente al fútbol en el FC Asteras Trípolis de Grecia entre 2008 y 2011. Las ganancias que tuvo en ese período y otras que obtuvo a lo largo de su carrera en Boca, River, Colón y Patronato, entre otros clubes, permitirían, según el ex mandatario, justificar el crecimiento patrimonial que le atribuyen. En respuesta a este argumento, los fiscales han dicho que Bruno Urribarri no está imputado en la causa por enriquecimiento ilícito.
Además, Urribarri apuntó sin nombrarlo contra el contador Héctor Enrique, a quien ya tuvo en la mira durante el juicio en el que terminó condenado a ocho años de prisión. “Lo que la Fiscalía difundió intencional y maliciosamente no es una pericia sobre el patrimonio de mi familia. Es un informe que hizo un empleado del Ministerio Público Fiscal utilizando papeles que no tienen ningún tipo de validez jurídica. Ese empleado de la Fiscalía fue antes funcionario de mi gobierno y despedido por ineficiente. Por eso cuando empezó a hacer ‘informes’ sobre mi patrimonio, inmediatamente lo impugnamos. También intervino en otras causas en mi contra y ya son conocidos sus errores malintencionados y sus inconsistencias”, señaló.
La causa se inició en diciembre de 2015 a raíz de una presentación efectuada por los abogados Rubén Pagliotto y Guillermo Mulet. El tiempo que ha transcurrido desde esa presentación ha motivado a la defensa, a cargo de los abogados Raúl Barrandeguy y Miguel Ángel Cullen, a solicitar la prescripción por la extensión de los plazos procesales.
Urribarri, por su parte, en la continuidad de esta causa una intencionalidad política: “El Ministerio Público Fiscal me citó a esta indagatoria el mismo día en que se difundió el cronograma electoral, y la fijó en esta fecha, cuando cierran las alianzas electorales. Se nota mucho”, dijo.
“No hay casualidades en esto. Hay causalidades. Porque todo se diseñó cuando estaba la posibilidad de que yo sea candidato. La misma causalidad de que cuando las encuestas vienen mal para algunos, hacen que Urribarri entre a escena. Esa es la reacción inmediata, la maniobra política”, insistió el ex mandatario. “Intentan anularme políticamente y quieren tenerme a la parrilla, como se dice, entonces, cuando tienen alguna necesidad política, le arriman un poco de brasas como para calentarla. De manual”, agregó en el comunicado de prensa.
“Es tan insólito que llevan más años de investigación que el tiempo de condena que supone el delito del que se me acusa. A tal punto que estuvieron un año y medio con la causa parada, sin ningún movimiento, hasta que les surgió ‘la necesidad’ electoral de reflotarla”, concluyó el ex mandatario, ex diputado provincial y ex embajador.
De la Redacción de Página Judicial