Al igual que en la primera edición, la columna que ocupó más de dos cuadras partió desde la plaza Urquiza y terminó en la plaza 25 de Mayo. En la marcha volvieron a confluir diferentes credos religiosos.
Los organizadores habían hecho extensiva la invitación a cada familia concordiense -sin distinciones de credos o ideas políticas- «para demostrar que los concordienses tenemos el compromiso humanitario con defensa de la vida desde el mismo momento de la concepción», segúnun comunicado remitido a esta redacción.
Lo cierto es que un importante número de vecinos respondió a la invitación y estuvo marchando en la fría tarde de este domingo, bajo la misma consigna de defender: levantar una voz en defensa de las dos vidas: la madre que gesta y el niño que está siendo gestado.
A la hora de los discursos, reiteraron el pedido para que el Concejo Deliberante de Concordia trate “el proyecto presentado por la Comunidad Judía, la Iglesia Católica, y la Iglesia Evangélica, en cuanto a declarar a Concordia como ciudad Pro Vida».