La compleja y grave coyuntura sanitaria de 2020 forzó a dejar de lado las exposiciones rurales tradicionales y reconvertirlas en un formato más austero y limitado a lo estrictamente ganadero. “Particularmente nos quitó esa simbiosis con la comunidad de cada localidad donde esperamos un año para volver a reencontrarnos en un abrazo simbólico”, aseguró José Colombatto, presidente de la Federación de Asociaciones Rurales de Entre Ríos (FARER).
“No obstante, las Exposiciones Ganaderas, los Especiales de Reproductores o las Muestras Pastoriles terminan siendo un triunfo de la dirigencia gremial de las distintas rurales entrerrianas. En un período donde más del 90 % de las actividades y eventos han sido suspendidos o cancelados en todo el país, que hayamos podido llevar adelante nuestro calendario es una señal más que positiva”, destacó.
Para Colombatto, la concreción de las exposiciones deja a la intemperie una serie de aspectos que merecen ser resaltados: “en primer lugar muestra que el campo no ha detenido su marcha. Como actividad esencial, trabajando para llevar los alimentos a la mesa de los argentinos y generando casi las únicas divisas por exportaciones, el sector agropecuario no para nunca y tampoco lo ha hecho durante esta pandemia. Acuciado por una presión impositiva abrumadora, por retenciones impuestas para engordar las flacas arcas de un Estado vampiro y por un discurso deformante que baja de algunos sectores del poder, el campo sigue siendo un actor preponderante de la Argentina”, enfatizó.
El titular de la entidad gremial agregó que también debe ser sopesado positivamente que “Entre Ríos no sufrió la suspensión de los remates ganaderos, aún en los momentos de mayor incertidumbre por el coronavirus. Es más, ello fue posible a partir de un protocolo que fue elevado desde FARER al gobierno provincial y que después fue extendido a las exposiciones. En tanto, la responsabilidad y el trabajo a conciencia de la dirigencia hizo que los protocolos sanitarios se cumplieran a rajatabla, garantizando la continuidad de las demás exposiciones. De ese modo, la observancia de las medidas de prevención fueron la garantía para las rurales que seguían en el calendario”, celebró.
Sin duda, la cristalización de las reconvertidas exposiciones de Villaguay, Colón, Chajarí, Federal, Gualeguaychú, La Paz, Gualeguay, Feliciano, Hasenkamp y la conjunta entre Victoria y Nogoyá (aún tiene actividades en marcha), fueron y son posibles gracias a la mancomunión de voluntades donde además de la dirigencia rural deben agregarse las cabañas, consignatarias, autoridades locales, fuerzas de seguridad, entre otros actores vitales.
“Vamos camino a cumplir un año de gestión al frente de la Federación de Asociaciones Rurales de Entre Ríos. Arrancamos este desafío en diciembre de 2019 con la firme decisión de poner a la entidad en el lugar que merece, buscando la representación y la visibilidad que los productores necesitan y merecen. Cuando iniciamos este camino hablamos de la imprescindible que resultaba escuchar las bases, establecer ámbitos de diálogo y consenso y tener una mirada atenta ante acciones que damnifiquen al sector. Nos ha tocado pararnos desde el día uno frente al poder del Gobierno y resistir, ya que horas después de asumir llegó un nuevo aumento de retenciones. Y tal vez no salimos victoriosos, pero dejamos en claro que defendemos y defenderemos a los productores ante el atropello y la injusticia”, remarcó.
Para Colombatto su gestión “abreva en el trabajo incansable y silencioso de cada Rural, son ellas quienes integran FARER y desde sus bases se nutre el movimiento gremial. De cara a lo que viene, productores y entidades tenemos el enorme desafío de seguir trabajando para lograr que se entienda la verdadera importancia del sector agropecuario. Debemos hacer un trabajo docente con vecinos, medios de comunicación y todos los sectores de la sociedad. Es imprescindible que se comprenda el lugar que ocupamos y visibilizar el esfuerzo cotidiano de todos los hombres y mujeres que honran nuestra Entre Ríos con trabajo y dignidad”, finalizó.