La Cámara de Representantes de Misiones acaba de prohibir el uso del glifosato en todo el territorio provincial. La medida, que entraría en vigencia dentro de dos años, es un golpe tremendo a los productores que quedarán en una posición claramente desfavorable en comparación con otras provincias y países de la región.
Esta decisión política, tomada sin rigor científico, provocará incrementos notables en los costos y dejará, por ejemplo, a la producción de té, tabaco y yerba mate en una situación muy compleja.
Para colmo, nuevamente la política ha decidido la suerte de miles de productores sin el debido debate y sin siquiera sopesar las consecuencias de legislar sobre algo sin dar alternativas, ya que elimina una herramienta, pero no plantea una sustituta. Es más, hoy el gobierno misionero estaría proponiendo un bioinsumo que no cuenta con la aprobación del SENASA. Ese producto, que sólo tiene como comprador al Estado, sería supuestamente la salida monopólica a la situación, pero se encuentra en etapa experimental y nadie puede asegurar su resultado.
Cabe consignar que la provincia de Misiones presenta un clima subtropical que es proclive a la proliferación de malezas, por lo que necesita imperiosamente el uso de herbicidas. Además, su prohibición y sin productos sustitutos a la vista, obligará a recurrir a labores de tipo mecánico que teniendo en cuenta el tipo de suelo y las pendientes, provocará enormes pérdidas de materia orgánica.
Por todo lo expuesto, la Federación de Asociaciones Rurales de Entre Ríos (FARER) desea manifestar su solidaridad con su par misionera, al igual que con el universo de los productores que ven en jaque su presente y futuro por medidas inconsultas, irresponsables y oportunistas que no tienen en su germen -como ya hemos visto en otros capítulos similares- más que especulaciones de índole política.