Para en seguida demoler una creencia colectiva, cuando se explica que el calor no viene de arriba, sino que sale de abajo. El sol no calienta el aire, lo hace el suelo. El aire atmosférico es atravesado por los rayos solares, una propiedad denominada diatermancia. Son las superficies las que lo calientan. El aire está más caliente cerca del suelo o sobre superficies que absorben mucho el calor, como el plástico o el asfalto. Y más frío a mayor altura, o encima del mar o de la hierba. A la vez, y tal como lo anticipamos más arriba, nos equivocamos si al ver 38 grados en un termómetro llegamos a pensar que todo lo que nos rodea está a esa temperatura.
Es que, como se explica, las superficies absorben los rayos solares durante el día y alcanzan temperaturas mucho más altas. El asfalto puede superar los 65 grados. Los metales y los plásticos, los 80. El interior de un coche se convierte en el lugar más peligroso. De allí que no resulten extrañas las minuciosas referencias al comportamiento del asfalto. Al respecto se señala que el suelo irradia ese calor acumulado durante el día y calienta el aire. Son las superficies las que absorben la energía solar y la almacenan. El calor que emite el suelo es mayor cerca de la superficie, lo que hace que los niños y las mascotas estén más expuestos; y que. A 50 cm. de altura la temperatura puede llegar a los 50 grados. También se advierte que el verdadero peligro está en el interior de los coches.
Es así como menciona un informe universitario sobre el tema que señala que el cuerpo de un niño de dos años encerrado en un coche durante una hora con una temperatura exterior de 41 grados se calienta hasta los 39,7. Y que un encierro mayor le provocaría la muerte. A la vez en un mundo como el nuestro en el que tanta atención se presta al automóvil, no podía dejar de ser abundante la información disponible acerca de la incidencia de los rayos solares, en la temperatura alcanzada por ellos y algunas de sus partes. Es así como en ella se comienza por señalar lo obvio, cual es el factor determinante es el impacto directo del sol. Y que en las mediciones con el automóvil o a la sombra, las temperaturas son muy inferiores. Es que “debajo del árbol del vecino”, el aire dentro del coche solo aumentó un grado.
Mientras que dejado el vehículo a pleno sol, se registró una diferencia de más de 30 grados en los paneles ubicados delante del volante y de 15 en los asientos, respecto a los valores medidos a la sombra., Se hace presente ahora una advertencia importante para quienes se exponen a los rayos del sol en verano. Es la indicación del error en el que se incurre al pensar que las temperaturas máximas se dan al mediodía, cuando el sol está en lo más alto y los rayos son más intensos. Se trata de otra falsa creencia que puede llevar a elegir mal la hora a la que se realiza cierta actividad en el exterior. “El suelo tarda en absorber la radiación solar, no es un efecto inmediato”, indica un meteorólogo y continúa: “El calor máximo emitido por el suelo, que a su vez calienta el aire, se produce sobre las cuatro de la tarde, cuando el calor que expulsa es mayor que el que está ganando”.
De dónde suena a sensata la consideración de otro periodista al ocuparse del tema, la que hacemos nuestra. Saber cómo se comporta el calor puede resultar cuestión de vida o muerte, especialmente en el caso de trabajadores que pasan horas a la intemperie. O para niños y ancianos, personas más desprotegidas ante el exceso de temperatura corporal, conocida como hipertermia.