Ahora los expertos dicen que el virus está mutando con demasiada rapidez, que las nuevas variantes supercontagiosas se propagan con demasiada facilidad, y que la vacunación es demasiado lenta como para que alcancemos la inmunidad de rebaño en un futuro cercano.
Conclusión: que si el virus sigue su alocada carrera a través del planeta, la pandemia va camino a convertirse en una endemia, y el virus, en una amenaza siempre presente.
Si bien el brote que concentra actualmente la atención es el que sufre la India, Heymann dice que la penetración generalizada del virus a nivel mundial aumenta las probabilidades de que el patógeno se instale definitivamente en muchos lugares.
Cuando haya más personas con cierto nivel de inmunidad, ya sea por haber contraído el virus o por una aceleración de campaña de vacunación en todo el mundo, los futuros brotes ya no serán de la escala de los que están devastando la India y Brasil, dice Heymann. Lo esperable es que surjan brotes más pequeños, que si bien serán menos letales, implicarán una amenaza constante, dice el académico.
“Esa es la progresión natural de muchas infecciones que tenemos en humanos, como la tuberculosis o el VIH”, dice Heymann, exmiembro del Servicio de Inteligencia Epidemiológica de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) y exfuncionario de alto rango de la Organización Mundial de la Salud (OMS). “Esos patógenos se han vuelto endémicos y aprendimos a vivir con ellos. Aprendimos a evaluar riesgos de contagio y a cuidar a nuestros seres queridos”.
Desigual distribución de vacunas
Las vacunas que son altamente efectivas contra el Covid-19 se desarrollaron rápidamente, pero su distribución mundial está siendo lenta y desigual. Mientras los países ricos acumulan dosis, los países más pobres enfrentan grandes desafíos logísticos para distribuir las que logran conseguir, y la intermitencia de las campañas de vacunación es un problema en todo el mundo. Los expertos advierten que la vacunación es demasiado lenta para albergar muchas esperanzas de eliminar el virus, señala el informe del diario The New York Times, reproducido por La Nación.
Menos del 10% de la vasta población de la India recibió al menos una dosis de la vacuna, un freno mínimo para la avalancha de infecciones que sufre actualmente. En África, el promedio continental está apenas por encima del 1%.
Países con el virus bajo control
De todos modos, los sanitaristas dicen que hay un número relativamente pequeño de países, en su mayoría insulares, que han logrado mantener el virus bajo control y podrían seguir manteniéndolo a raya si vacunan a un porcentaje suficiente de su población.
Nueva Zelanda, por ejemplo, prácticamente ha eliminado el virus, gracias a una combinación de cuarentenas estrictas y cierre de fronteras. El doctor Michael Baker, epidemiólogo de la Universidad de Otago y uno de los expertos que diseñó la respuesta del país ante la pandemia, dice que si Nueva Zelanda vacuna masivamente a su población podría lograr la inmunidad de rebaño, pero les queda un largo camino por recorrer: hasta ahora, solo un 4,4% de los neozelandeses ha recibido al menos una dosis de la vacuna.
“Todas las encuestas muestran que hay una porción de los neozelandeses que tiene dudas respecto de la vacuna, pero también hay mucha gente con ganas de vacunarse”, dice Baker. “O sea que a la larga creo que vamos camino a conseguirlo”.
Menos muertes
Si bien la cifra de nuevos casos diarios a nivel mundial sigue batiendo récords, el número de muertes ha disminuido desde el pico alcanzado en febrero, contradiciendo el patrón normal de muchos casos seguidos de muchas muertes. Si esa tendencia se confirma, sería un rayo de esperanza en ese escenario futuro que hoy pronostican los científicos: aunque el virus se propague y se vuelva endémico, su amenaza podría ser menos letal si se la controla con dosis periódicas de refuerzo contra las nuevas variantes.
“Tal vez se vuelva endémico pero deje de ser potencialmente mortal”, dijo el doctor Michael Merson, profesor de salud global en la Universidad de Duke y exdirector del Programa Global sobre el SIDA de la OMS. “Será como un resfrío común, como suele manifestarse ahora entre los niños”.