El complejo escenario que se le presenta a la Argentina por el faltante de gasoil podría verse agravado en las zonas de frontera. Con el peso nacional devaluado, crece la tentación de los vecinos “extranjeros” para cruzar la frontera y llenar el tanque, a precios irrisorios si se los compara con lo que cuestan los combustibles en sus países.
Tan es así que en ciudades de provincias fronterizas con Uruguay, Bolivia y Paraguay, el transporte de carga argentino enfrenta una dificultad cada vez mayor para conseguir gasoil, en la medida que camiones, taxímetros y similares de los países vecinos cargan en surtidores argentinos, e incluso están dispuestos a pagar por encima de la tarifa oficial y en dólares. Aun así, el ahorro es sustancial para los camioneros uruguayos, paraguayos y bolivianos.

De hecho, en el caso de Paysandú, hay empresas de taxímetros que se surten con combustible que adquieren del lado argentino, tras cruzar el puente Paysandú-Colón.

Mario Amado, vicepresidente de la Cámara de Expendedores de Combustibles de Entre Ríos aseguró que “desde noviembre las estaciones de servicio venimos vendiendo combustible con cupos, producto de que el país debe importar su gasoil. A esta grave situación se le sumó ahora la disparada de los precios a nivel mundial por la guerra entre Rusia y Ucrania”.

Anticipó que, de continuar esta situación, también podría verse afectado el abastecimiento del resto de los combustibles. Pero, además, Amado alertó que también podrían registrarse restricciones en la venta de otros combustibles como la nafta, en la medida que –por ejemplo– Uruguay concrete el levantamiento de la emergencia sanitaria en estos días, lo que facilitará el tránsito por los puentes internacionales. Más allá que se controlará el ingreso de comestibles, se considera muy poco probable que ocurra lo mismo con los combustibles.

La demanda desde Uruguay podría aumentar el desabastecimiento en Entre Ríos, pues los uruguayos pasarían a ser compradores “VIP”. Eso de traduce en un perjuicio muy concreto. El costo de poner en el surtidor mil litros de gasoil importado asciende a 1.500 dólares. Por cada litro de gasoil que vende un estacionero en el mercado argentino, la petrolera que lo importó pierde 38,63 pesos, es decir, 350 dólares por cada mil litros comprados en el exterior.

Fuente: El Telégrafo