Por el PS Victor Castro, Director del Área NAF de Colonia Ayuí y Director Académico del Polo Educativo del Litoral.
Estamos cansados de escuchar a padres y familiares de los niños/as y adolescentes: “Yo no lo puedo sostener, ya no sé qué hacer con mi hijo'» y los chicos empiezan a transgredir un sistema en el que la connivencia y la autorización tácita de los adultos está presente». Los delitos y violaciones a la Ley en manos de niños/as y adolescentes, son una situación biopsicosocial que desde el Estado se debería atender con una mirada más integradora, pero aún no lo tenemos.
“Debemos atender la RESPONSABILIDAD PARENTAL” No hay responsabilidad penal antes de los 16, no son punibles y el Estado tiene que a bordar la problemática de forma muy concreta, independientemente de su edad. Ese es el marco general que se le ha dado a la ley. La responsabilidad parental debe ser un eje que debemos tener que debatir mucho, y cuesta porque no es traslativo el delito en nuestro País. Estamos hablando de jóvenes que no son autónomos y tengan la posibilidad de que los padres respondan por las acciones y por la responsabilidad que significa que el padre contenga a ese adolescente.
Las sanciones las podemos discutir, pero ya es hora de diagramar un CONSEJO CONSULTIVO y de FISCALIZACIÓN COMUNAL, apoyado en marco de normas de sociabilización y buena convivencia y que se establezca mínimamente en una Ordenanza Municipal – no podemos tener la ausencia de los padres en este tema, porque como padres debemos garantizar el colectivo social.
Debemos preocuparnos por tener PROCESOS MAS RAPIDOS que actúen como una malla preventiva antes que los delitos y vandalismos existentes crucen la raya y deban ser atendidos por un sistema jurídico y código Procesal Penal.
Debemos tener un mecanismo del orden municipal, sumando al Judicial, en el que al adolescente y a los responsables parentales se lo llame, se lo cite, se haga la audiencia y se tome una decisión primaria y preventiva. Hasta ahora, si un niño era menor de 16 años y cometía un delito, intervenía el Órgano Administrativo Local (CoPNAF o Areas NAF) y se dirigía al juez de familia para el control de legalidad y se tomaban medidas alternativas, como el acompañamiento del niño en su grupo familiar, siempre en la posibilidad de garantizar que no reincida en el delito pero que tiendan al desarrollo del joven, pero parece ser deficiente según los resultados que nos arroja la realidad existente.
Mucho se habló de una ESCUELA DE PADRES, hoy hablo de una ESPACIO DE APRENDIZAJE EN LA RESPONSABILIDAD PARENTAL y CONVIVENCIA SOCIAL, en la cual sin mediar en la gravedad delito cometido, igualmente se atiendan ejes que articulen la prevención de la reincidencia y que seguramente, de no atenderse, van a ser peores en un futuro, teniendo en cuenta la RESPONSABILIDAD en los daños causados. Hablo de recapacitarnos y atrevernos a problematizar cuestiones de todos, no viendo solo la paja en el ojo ajeno, hablo de hacernos cargo sobre aquellas situaciones delictivas y vandálicas que no estarían atendidas por el sistema judicial o código procesal penal.
En mi opinión invito abrir el debate. Gracias
PS Victor Castro