Cada 4 de agosto se celebra el Día del Panadero en homenaje al primer sindicato de panaderos creado en la Argentina por anarquistas, que fueron los que le pusieron nombres a las facturas: vigilante, bomba, suspiro de monja, bola de fraile. «Todos esos nombres los impusieron los alegres anarquistas tratando de evitar que los agarran con las manos en la masa», introdujo Adrián Stoppelman en su columna de humor en La Mañana.
«Si las tendrían que bautizar hoy las facturas tendrían otro nombre: pelada de Larreta, bola de Wolf, suspiro de Heidi, y en una de esas deberías pedir que te pongan media docena de ratis en lugar de vigilantes», agregó.
La columna de humor de Adrián Stoppelman
Los panaderos
Son gente especial los panaderos, porque no importan que ganen mucho o poco, siempre están en el horno. Y ni hablar de los que la levantan con pala. Pero eso, es harina de otro costal.
El Pan
El tema es que los panaderos hacen algo tremendamente rico y adictivo: el pan. Que a pesar de la tremenda campaña mediática en su contra… «no comas pan, que engorda», «no te llenés con pan que después no comés la comida», «ni pan ni pastas ni postres»… retruca con el dicho… «es más bueno que el pan». ¿En qué quedamos? ¿Es bueno o es malo?
Con el que no se puede competir es cuando te dicen: “Es un pan de dios”. ¿Estarán hablando de la hostia? No.. esa es la carne… ¿Ven que es compleja la vida del panadero? Ni hablar si le gusta el gas pimienta e ir a la cancha de Boca…
Y el pan tiene características que lo hacen tan especial, que cuando nace un bebé se dice: «vino con un pan debajo del brazo». Siempre me dio medio asquito esa imagen… ¿o acaso alguno de ustedes se animaría a probar un pan que alguien trae debajo del brazo? ¡¡Ni que use desodorante francés!!
Más misterios con el pan
A falta de pan, buenas son las tortas. Si, claro, pero… también te podés quedar sin el pan y sin la torta… yo imagino que esto viene de que cuando hacían pan, hacían alguna torta, por aquello de no comer pan con pan. Que no es fácil. Si no, sería Pan comido… que también siempre me dio cosita, porque a mi no me parece nada fácil comer pan comido, especialmente si está comido por otros….
Y hoy en día no es como cuando éramos chicos: aparecieron un montón de panes de vaya uno a saber donde: el pan de ajo, el pan de cebolla… y el engendro mayor: el pan de pizza, que no es ni pan ni pizza. Y lo peor de todo, que te sentás en un restorán, te ponen una canastita llena de panes, vos le entrás a dar, pero… ¡¡te lo cobran aparte!! Pero si pedís un choripán, o un pancho, o una hamburguesa, el pan está incluido en el precio… no se entiende. Yo creo que esto debería cambiar, especialmente si pedís una milanesa, que está hecha con el pan duro rallado que sobró de ayer, y ya le fue cobrado a otro, en cuyo caso, no tenés por qué cobrarme el pan.