El Carnaval del País culminó el mes de enero con una magnífica tercera noche, donde junto a casi 15mil personas en el Corsódromo de la ciudad, que cumple 22 años, las tres comparsas que participan de la edición 2019 “Olga Silio” brillaron y sambaron al paso de las multitudinarias escuadras.
Kamarr, fue la responsable de romper el hielo del último sábado de enero. La comparsa del Centro del Sirio Libanés, dirigida por primera vez por Meke Arakaki, presenta “Pandemia”, La propagación mundial de una nueva enfermedad, que desde tiempos ancestrales virus gripales se propagaron en el mundo llevando enfermedades dolor, horror, muerte y desolación. En este contexto, los ricos y poderosos son privilegiados, dejando una clara situación de vulnerabilidad a los más humildes, los desposeídos, los desclasados. Pero el despertar de un nuevo virus transformó el dolor en felicidad y alegría, llenando al mundo de esperanza. Este virus no distingue franjas etarias, nivel educativo, ni clases sociales. Esta pandemia es el carnaval y no sabe de fronteras: África, Venecia, Gualeguaychú. Un virus llamado Kamarr contagió la ciudad.
Kamarr al igual que Ará Yeví y Marí Marí, desfila cada noche con más de 300 integrantes en pista. Entre ellos, se destaca la presencia de la soberana del Sirio Valentina Rivas. Sorprende con sus vestuarios y espaldares coordinados por Roberto Arakaki, su música de la mano de la banda Boa Samba, la puesta en escena del artista Germán Farabello, batucada y percusión por Leandro Santolini ardiendo en pasarela la pasista Daiana Delgui.
Ará Yeví, la bicampeona de las ediciones 2018 y 2017, fue la encargada de continuar con el arengue y la magia de una noche soñada. Dirigida por Leo Rosviar, presentan su extraordinaria temática “Bestias”. Como una antesala grotesca de la existencia humana, las bestias danzaban al compás de sus entrañas, ignorando tiempos y razones. Carentes de conciencia, desataban sin tapujos sus pasiones, gozando en carne viva, sin ley, sin orden y sin culpa. Pero pronto comenzaron a zanjar diferencias, y algunas bestias desplegaron su dominio sobre el resto. Las bestias más fuertes se adueñaron de las cosas y sometieron al resto a sus designios. Comienza entonces una historia, que se perfecciona sin piedad a lo largo del tiempo: la historia de la dominación. Bestias convertidas en instrumentos, al servicio de otras bestias. Cadenas de las que poco a poco se enamoraron y que el tiempo tornó invisibles. Creyeron creer en dioses, creyeron estar protegidas por reyes, creyeron que eran brujas, que eran locas, que debían estar presas, creyeron necesitar lo que otros ofrecían. Bestias infernales que se tornaron obedientes. Bestias vigiladas, ansiosas por acercarse a la virtud que alguien impone. Pero algunas, disconformes con su suerte, por haber caído en el lado incorrecto del tablero, se levantaron en armas contra sus temibles opresores, más cuando ganaron la batalla, se dedicaron a dominar impunemente. Allí va el ser humano, atrapado en este perverso juego de controles, ubicando sin cesar en los otros sus desgracias. Animándonos a reflexionar si ¿no está la humanidad acaso a mitad de camino entre las bestias y los dioses? ¿Cómo se liberan de esta ciénaga perpetua y levantan vuelo estas almas prisioneras?. Por medio de la música y letras de Gustavo “Titi” Pauletti y Belén Grecco junto a Alma Carnavalera, las tribunas flamean sus apasionados banderines negros y amarillos, colores que identifican el Club Tiro Federal trayendo la alegría con el baile y desplazamiento de la reina Yésica Rodriguez. La puesta en escena por Lino López y las coreografías a cargo de Fernanda Marchesini y Natalia Miño Raffo recrean un mundo de bestias que acechan el carnaval y se liberan con el cierre de batucada y percusión a cargo de Leo Stefani y la pasista Marisol Sanchez.
Cerrando el show a cielo abierto, Marí Marí dirigida por Adrián Butteri presenta “Canta – canta”. Con un nostálgico festejo la aplanadora hace un recorrido de todos los años de formación de la comparsa buscando conquistar su vigésima tercera corona. Canta – canta, es una arenga, una celebración, una invitación a recordar. Recordar significa volver a pasar por el corazón. Canta Canta, es la recreación de aquellos momentos que se grabaron en nuestras retinas y en nuestros corazones. Canta Canta, es un dulce recuerdo que moviliza, emociona y fortalece nuestra identidad. Rayos bordados alumbrarán el hilo que une todos los tiempos. Repiqueteos y tarareos, se transformarán en melodías. Fotos perdidas, revivirán esos instantes intermitentes del pasado. Recuerdos tenues, se llenarán de reencarnará en la pasarela; evocando alegrías, amores, tristezas y la felicidad plena de cantar tu nombre. La embajadora del club es Agustina Nossi, quien comparte su pasión carnavalera junto al director musical Martín Irigoyen y la dirección de batucada Mauro Andrada
Fue un espectáculo impresionante el que brindaron las comparsas, digno del mejor Carnaval de Argentina, considerado el tercero del mundo junto con el de Río de Janeiro y Venecia.
Entre las figuras que disfrutaron el show, el Carnaval del País contó con la visita del intendente de Ushuaia, Walter Vuoto y del boxeador “Patón” Basile.
Tras la última comparsa, el público copó la pasarela del Corsódromo y se quedó bailando al ritmo de la banda local “La Fest Band”.