Los uruguayos que viven en la ciudad de Paysandú aseguran que comprar del lado argentino, en Colón, representa para ellos “llegar a fin de mes”. Es que por la diferencia cambiaria entre ambos países, hay diferencia de precios de hasta 201%.
Hace poco más de dos meses, la Aduana uruguaya decidió “desmotivar” el cruce hacia la ciudad entrerriana para no perjudicar al comercio local. Así lo admitió un importante funcionario del gobierno oriental y desató la furia de miles de sanduceros, quienes decidieron juntar firmas para reclamar que se agilice el tránsito.
El vocero de esa movida es el abogado Sergio Rodríguez.
“Nos movemos por los que no llegan a fin de mes si no van a Colón a comprar comestibles”, dijo el referente, explicando que tanto ese puente como el que une Concordia con Salto “se abrieron en abril del año pasado y se empezaron a generar colas enormes para cruzar. Es cierto que hay una diferencia cambiaria que hace más conveniente ir a comprar a la Argentina, pero eso fue toda la vida: que un lugar sea más barato que otro”.
Rodríguez señala que tras la apertura de los pasos fronterizos, que habían sido cerrados por la pandemia, entre los comerciantes del litoral uruguayo “se armó un melodrama”: “Acá ellos hicieron fortunas cuando los puentes estuvieron cerrados y ahora ponen el grito en el cielo porque están abiertos”.
La mecha que encendió la indignación de los uruguayos fue cuando a principios de noviembre último, el director de Aduanas de ese país, Jaime Borggiani, admitió que los trámites en los cruces fronterizos se van a enlentecer “para desmotivar”: “No queremos que el cruce sea rápido, que sea un simple pasaje”.
Hasta el momento, los grupos de vecinos de Paysandú juntaron 4 mil firmas para pedir celeridad en los cruces: las presentaron en la sede del Poder Ejecutivo Nacional, en Montevideo. “Hasta ahora, no tuvimos respuesta alguna”, reportó Rodríguez.
Hasta el propio intendente de la ciudad uruguaya, Nicolás Olivera, cuestionó al gobierno de su país por su “pasividad” frente a la problemática que plantea la diferencia cambiaria con la Argentina.
Para el funcionario oriental, ese tema debe ser resuelto por la Cancillería uruguaya, aunque aseguró que “no hay nadie pensando en una solución”. Es que hasta el propio presidente uruguayo, Luis Lacalle Pou, reconoció en los últimos meses la imposibilidad de competir con los precios argentinos.
En ese marco, el Observatorio Económico de la Universidad Católica del Uruguay publicó su informe sobre Indicadores de Precios Fronterizos (IPF) de noviembre -últimos datos hasta el momento- en el que constató que comprar en Salto es un 122% más caro que hacerlo en Concordia.
La mayor diferencia de precios entre ambas ciudades se visualizó en la división “Bebidas alcohólicas y cigarrillos”, donde en Salto estos productos cuestan 201% más que en la ciudad entrerriana.
En Concordia sigue la polémica con los comerciantes uruguayos
Adrián Lampazzi, presidente del Centro de Comercio, Industria y Servicios de Concordia, apoyó la actitud de los uruguayos y advirtió que las demoras en los puentes “afectan también a los argentinos que se quieren ir de vacaciones al Brasil cruzando por Uruguay”.
“El de Concordia – Salto no es un paso generalmente complicado, pero ahora sí lo está. El mayor problema no es la cantidad de gente, sino la animosidad del lado uruguayo de tirar la pelota afuera y hacer los trámites lo más lentos posibles”, se quejó el dirigente.
Lampazzi señaló que “si vamos a complicar el cruce cuando favorece a uno y después complicamos cuando favorece a otro, cerremos los puentes y que cada uno se arregle”.
El crecimiento de la demanda en Concordia a raíz de la diferencia cambiaria se observa en talleres mecánicos, de chapa y pintura, en servicios médicos, en ópticas, farmacias y en artículos de limpieza. Pero la mayor parte del consumo se da en las grandes cadenas de supermercados instaladas en la ciudad.
Qué pasa en otros cruces fronterizos
En estos días también hay mucha demora para cruzar los pasos fronterizos hacia Paraguay y Brasil, no solo por el intenso tránsito de turistas, propio de la época, sino también por la diferencia cambiaria.
En tal sentido, el embajador argentino en Paraguay, Domingo Peppo, sostuvo que el flujo de vehículos en los pasos fronterizos entre las ciudades de Clorinda (Formosa) y Puerto Falcón (Paraguay) y Posadas (Misiones) y Encarnación (Paraguay) se incrementó notablemente en las últimas semanas y hay demoras de más de cinco horas para hacer los trámites aduaneros.
“Desde principio de diciembre es incesante el tráfico vecinal fronterizo. Muchas familias residentes en ambos países cruzaron y cruzan a diario. Quienes ingresan a la Argentina, en su mayoría lo hacen atraídos por el cambio monetario, en tanto que muchos argentinos tienen parientes en Paraguay y deciden pasar unos días en ciudades del vecino país”, dijo el diplomático.
Un concejal municipal de Encarnación, Andrés Morel, propuso que se habiliten todas las casillas de la Aduana local durante las 24 horas al día para acelerar los cruces, “porque el paso fronterizo no se da solamente en horario de oficina, sino que las personas cruzan en todo momento”.
La situación en la frontera con Brasil es similar a lo que sucede con los pasos hacia el Paraguay: un caso emblemático es el de la Aduana entre Puerto Iguazú y Foz de Iguazú.
Por esa zona, automovilistas brasileños y paraguayos cruzan a la Argentina atraídos por la diferencia cambiaria, en busca de cargar combustible y comprar alimentos, que están hasta 50% más baratos de este lado.
Pero también hay argentinos que van a Paraguay y Brasil para adquirir neumáticos, lo mismo que sucede con Chile. En esos tres países son mucho más baratos que acá, aún con un tipo de cambio desfavorable para los argentinos.
Al país trasandino muchos cruzan desde aquí para comprar otros productos que están más baratos del otro lado de la cordillera, como ropa, calzado, electrodomésticos y artículos tecnológicos.
Ahora, ¿cuál es el valor de los productos que se pueden ingresar a la Argentina sin pagar impuestos? La AFIP estableció que si se viaja en avión o por vía marítima, es hasta US$500; si se viaja por tierra o por un río, US$300. Sin franquicia en free shop de llegada, salvo en Puerto Iguazú, donde hay una US$500.