Así lo confirmó a UNO Santiago Caprarulo, director ejecutivo de la Cámara de Exportadores de Citrus del Noreste Argentino (CECNEA), quien señaló: “No sabemos si se va a perder este mercado, pero va a ser complicado y hay bastante incertidumbre. El mercado está abierto y va a permanecer así, pero el tema es que se destina a Rusia mucha de la fruta de la que exportamos desde Entre Ríos, y tenemos que ver qué pasa, porque con la exclusión de ese país del sistema SWIFT (acrónimo en inglés de Society for Worldwide Interbank Financial Telecommunication) y las demás sanciones económicas no sabemos si se van a poder cerrar los envíos”.
“Rusia es un mercado muy importante, no en cuanto a precios, que en ese caso el principal es Europa, pero sí en volumen, en la cantidad de producción que se manda”, dijo, y remarcó: “El 60% de las exportaciones va a Rusia”.
“La producción promedio anual entrerriana de estas frutas es de más de 800.000 toneladas”, según mencionó hace un año atrás el presidente de la Federación del Citrus de Entre Ríos (Fecier), Ariel Panozzo Galmarello. Y Fernando Borgo, integrante de la comisión directiva de la entidad explicó: “De este total, el 70% aproximadamente se destina al consumo interno; alrededor de un 30% va a la industria, pero eso no alcanza a pagar los costos de producción, ya que a este sector se destina la fruta chica o que no tienen calidad comercial; y en promedio, en los últimos años no llegamos a exportar ni el 10% de la producción. Por eso aún no sabemos cómo va a ser el impacto en el sector si no se puede exportar a Rusia, que es uno de nuestros mercados más fuertes y compra entre el 60% y el 70% de lo que se vende afuera”.
“Seguramente este año va a ser complejo hacer negocios con Rusia, porque hay muchas cuestiones políticas, aparte de la complicación que genera el conflicto en sí, ya que el mundo le está cerrando las puertas a ese país”, observó Borgo, y evaluó: “Hay que ver qué posibilidad hay de ubicar ese excedente de exportación que puede quedar si no se puede hacer negocio con Rusia. Porque este año va a ser muy competitivo el mercado de exportación, ya que África viene con una muy buena producción, y Argelia también; si bien estamos en hemisferios distintos, va a ser complejo”.
En este marco, analizó: “Va a depender también de cómo arranquemos esta temporada con el mercado interno. En Entre Ríos estamos comenzando ahora con la cosecha de las primeras mandarinas tempranas y a fines o mitad de este mes empezaríamos con las primeras naranjas tempranas”.
Por otra parte, Borgo mencionó que en 2021 Rusia pasó a ser el mayor comprador de citrus proveniente de Entre Ríos ya que por inconveniente sanitario “la comunidad europea el año pasado clausuró la entrada” de este producto: “La Unión Europea es uno de los mercados más exigentes en cuanto a protocolo de entrada y hay una enfermedad particular cuarentenaria que es la mancha negra. Hubo algunas detecciones en los cargamentos que fueron desde Argentina y Europa cerró su mercado. Ocurre que muchas veces utilizan estas cuestiones fitiosanitarias para imponer una política más proteccionista, y tras algunas gestiones se reabrió, aunque con restricciones”, explicó.
Sector en emergencia
El sector del citrus en la provincia no estuvo ajeno a la sequía y las temperaturas que superaron los 40° este verano en la región y fue incluido en la Declaración de Emergencia, aprobada por el gobierno provincial. “Esto estipula una prórroga de impuestos y en vencimientos en bancos privados para los productores afectados”, indicó Bordo y sostuvo: “El macizo citrícola está integrado por el norte de Entre Ríos y el sur de Corrientes, y tenemos un impacto muy grande de lo que es sequía. Hubo un daño importante en la producción que estaba en planta en la temporada 20/21 y ya se manifiestan daños en la fruta que estamos sacando de la temporada 21/22. Hay mucha fruta quemada y la producción va a sentir un fuerte impacto, por lo menos en calidad, y vamos a ver en cantidad”.
En cuanto a las precipitaciones de los últimos días, destacó que “en principio cortaron la sequía”, y señaló: “Hay que ver después cómo continúa el clima. Llovió bastante en nuestra zona, pero hay daños de insolación que ya quedaron, con la fruta quemada por el sol. Y con el tema del tamaño, del calibre, hay fruta para sacar ahora y prácticamente no se van a modificar en las variedades tempranas. Puede llegar a mejorar en las de media estación y tardías, y que estas lluvias van a ayudar que se recuperen”.
También manifestó que hubo lugares en los que también se vieron afectadas las plantas debido al calor extremo. Sobre este tema, explicó: “Hay zonas donde las tierras son un poco más complicadas y hubo plantas que se secaron. En otros casos el calor volteó la hoja, la fruta, y este año esa planta no va a tener fruta y va a estar muy comprometida también la producción el próximo año, porque esa planta va a gastar todas las energías en hacer hojas para poder subsistir y se va a ver resentida producción año que viene”.
Con respecto a si esta merma en la producción va a impactar en los precios minoristas, analizó: “Si bien este año va a disminuir la producción, no creo que esto vaya a comprometer el precio, por la baja demanda que hay. Así que no tendría que verse reflejado el tema de la sequía en los valores de las góndolas”, dijo, y por último comentó: “Hoy tenemos sobreoferta. Y el año pasado también tuvimos una oferta muy superior a la demanda en el mercado interno y por eso tuvimos precios muy bajos para el productor, que con esta temporada que pasó no cubrió los costos de producción”.