Uno de los sucesos de narcotráfico de este año que confirmaron que Entre Ríos se convirtió en un territorio de operaciones de bandas criminales transnacionales fue el secuestró del histórico cargamento de 430 kilos cocaína. Habían sido detenidos cuatro hombres: dos salteños, un bonaerense y un remisero de Basavilbaso, luego de una jornada de persecución y búsqueda por todo el Departamento Uruguay. Se informó a UNO que, tras el análisis de las pruebas reunidas en la investigación, los tres primeros fueron procesados y quedaron con prisión preventiva, mientras que el entrerriano fue liberado y le dictaron la falta de mérito. Mientras, continúa la búsqueda de los jefes de la banda narco.
El hecho que tuvo repercusión nacional ocurrió el jueves 23 de septiembre, cuando policías estaban en un supuesto control vehicular en un camino rural en cercanías a Pronunciamiento e intentaron interceptar una camioneta Chevrolet S10 en la que iban tres hombres. Los efectivos quisieron identificarlos pero no obedecieron a las señales, los esquivaron y aceleraron. Eran las 7 de la mañana y se inició una persecución frenética por caminos y campos de la zona durante varios kilómetros, con operativo cerrojo en las rutas aledañas. Los narcos tomaron por el camino vecinal que desemboca en la entrada del Palacio San José, los esquivaron y continuaron a campo traviesa, chocaron la camioneta contra un árbol y luego huyeron a pie.
Los policías rastrillaron la zona con perros de rastreo y no los encontraron, pero sí localizaron varios bultos con lo que iba a constituir el cargamento de cocaína más grande incautado en la provincia. Por lo hallado en el interior de la camioneta, pudieron saber que los tres se alojaban en un hotel de Basavilbaso. Allanaron su habitación y los esperaron. Finalmente, esa noche los detuvieron a bordo de un remís y quedaron detenidos junto al chofer, a quien inicialmente acusaron como cómplice.
Se trataba de los hombres oriundos de Salta, Rubén Tolosa, de 32 años, y Javier Vilte, de 39; el bonaerense es Martín Crespo, de 41, y el remisero de Basavilbaso Claudio Delelis, de 36.
Los cuatro fueron indagados por el delito de Transporte de estupefacientes gravado por la intervención de tres o más personas, por el juez federal de Concepción del Uruguay, Pablo Seró y quedaron alojados en la Unidad Penal Nº 4 de de La Histórica a la espera de la resolución de su situación procesal. A su vez. La investigación continuó con el fin de dar con los verdaderos dueños del cargamento valuado en casi 4 millones de dólares, ya que se cree que los arrestados eran quienes tenían como tarea el traslado de la droga.
Fuentes judiciales informaron a UNO que finalmente Seró dictó el procesamiento de Tolosa, Vilte y Crespo y les dictó la prisión preventiva por los claros riesgos de fuga y entorpecimiento de la investigación que se plasman ante un hecho de semejante envergadura. En tanto, al remisero Delelis lo liberó y le dictó la falta de mérito, es decir que consideró que aún no hay elementos suficientes para procesarlo por alguna operación en la operación narco, pero tampoco para dictar su sobreseimiento.
UNO había anticipado la versión del remisero que aparentemente fue tomando forma en la causa. El hombre, que no tiene antecedentes penales, se declaró inocente en la indagatoria ante el juez. Afirmó que esa noche, los tres prófugos habían ido a su panchería y luego le pidieron que los trasladara en su remís hasta el hotel donde estaban parando. Además, explicó que el auto tiene el motor muy maltrecho, por lo cual hace tiempo que hace viajes solo dentro de la ciudad, desestimando la posibilidad de que haya ido a buscar a los hombres a otro lado mientras estaban en fuga.
Al parecer, no se hallaron elementos que desmientan su coartada. Se pensaba que Delelis podía ser el contacto local de la banda para el traslado de la droga, ya que la operación del traslado del cargamento incluyó, según la principal hipótesis, un viaje por aire en una avioneta que provenía del norte del país y arrojó los bultos a un campo, y para ello deberían haber estudiando la zona previamente. No obstante, por ahora todo se orientaría a confirmar que el remisero estuvo en el lugar, al momento y con los clientes menos indicados, por lo cual pasó varias semanas en el encierro.
(Uno)