En una resolución que se conoció el 24 de agosto, el dueño del lavadero donde trabajaba Wagner fue beneficiado con la excarcelación, aunque se le había impuesto una caución para recuperar su libertad.
El Tribunal de Juicio de Gualeguay le había impuesto una caución de 1 millón de pesos para poder salir, pero como no contaba con el dinero seguía preso. Días después, la defensa de Pavón ofreció una camioneta como fianza y se encontraba a la espera de la respuesta de parte del tribunal gualeyo.
La caución impuesta por los jueces de Gualeguay fue dictada en medio del repudio que causó la resolución de la Sala Penal del Superior Tribunal de Justicia de la Provincia, que había ordenado la liberación del condenado en razón de la prolongada medida cautelar y porque ya se cumplieron los dos tercios del tiempo de la pena que recibió, lo que le permitiría recibir la condicional.
Tanto la Fiscalía como la querella que representa a los padres de Micaela recurrieron ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación para reclamar que Pavón sea juzgado por su participación en el femicidio.