Tenemos hoy una herramienta constitucional que creíamos utópica. Hasta hace algún tiempo, la posibilidad de que ciudadanas y ciudadanos participen del proceso penal y dieran su veredicto por unanimidad, era lejana. La histórica y extraordinaria intervención de los tres poderes del Estado logró sancionar y poner en marcha una ley que contiene un nuevo paradigma en el proceso penal entrerriano, al permitir que el pueblo participe para lograr una mayor democratización del Poder Judicial.
El juicio por jurados servirá para conformar una comunión entre la sociedad y la justicia, otorgándoles a mujeres y hombres -elegidos en principio de forma azarosa y finalmente en el proceso penal- la posibilidad de juzgar los hechos y las pruebas en un juicio, a partir de la participación como jurados populares.
Estoy seguro de que el trabajo articulado entre los poderes del Estado creyó y confió en la capacidad de entrerrianas y entrerrianos para dar un veredicto al momento de juzgarse un delito en el marco del procedimiento penal.
Quienes bregamos por una sociedad más justa tenemos la convicción que, a través del sistema de juicio por jurados, se crearán puentes con la ciudadanía que fortalecerán nuestras instituciones y las harán más democráticas y dinámicas.
Hoy estamos, sin duda alguna, en medio de un cambio estructural, que nos interpela sobre el rol de la ciudadanía en las decisiones de Estado. Este es el camino indicado.
He militado y militaré la implementación de juicio por jurados con toda mi convicción y compromiso, porque ese fue el gran sueño de nuestros Constituyentes entrerrianos y también de los padres fundadores de la República Argentina.