Después, la Fiscalía le hizo leer conversaciones de WhatsApp y SMS de algunos de los teléfonos secuestrados. Particularmente, Ferrari leyó conversaciones entre la imputada Corina Cargnel -contadora de Formato Urbano y de Juan Pablo Aguilera- y los publicistas Fernando Montañana y Jesús Bustamante -en 2018 hizo un acuerdo de juicio abreviado por esta causa y recibió una condena condicional-.
Y también el bioingeniero pronunció diálogos entre Almada y su pareja, Juan Pablo Aguilera. La lectura de estos últimos intercambios motivó la queja de los defensores Miguel Cullen y Marcos Rodríguez Allende: consideraron que se estaba violando la intimidad de las personas.
Sin embargo, el Tribunal de Juicios y Apelaciones no les dio la razón. Los jueces entendieron, tal como había planteado Fiscalía, que los mensajes que se expusieron estaban vinculados a la investigación. Era evidente que la conversación de la pareja era en un tono ríspido.
“Cuando vos coordines algo con Corina (Cargnel) y me metan a mí, mínimamente infórmenme a mí. Porque te recuerdo que no tengo nada que ver con tu empresa”, reclamó Almada a uno de los números que usaba Aguilera.
En otra conversación, Ferrari leyó una queja de tono similar: “Por un mail a la inmobiliaria me entero que se decidió el cierre de Villaguay. Perfecta decisión y comunicación. Ah, cierto que a mí no me tenían que contar nada. Un títere en tus negocios”. Momentos después, se envió el siguiente mensaje: “Ya estuve con Lisandro, me pude sacar las dudas”.