El arzobispo de Paraná, Juan Alberto Puiggari, acaba de cumplir los 75 años y, como ordena el Código de Derecho Canónico, cumplió una formalidad que es clave: presentó su dimisión ante la Santa Sede.
El canon 401.1 del Código de Derecho Canónico establece que un obispo diocesano que haya cumplido 75 años debe presentar su renuncia al Sumo Pontífice. El Sumo Pontífice, después de considerar todas las circunstancias, decidirá qué hacer.
La renuncia «es un acto administrativo obligatorio», según dijeron en la curia.
Benedicto XVI lo designó arzobispo de Paraná el 4 de octubre de 2010, función que asumió el 4 de marzo de 2011.
La llegada de Puiggari a Paraná -en realidad, un regreso: antes había sido obispo auxiliar, hasta que en 2003 fue nombrado obispo de Mar del Plata- supuso el fin del período de “transición” que marcó el gobierno de la Iglesia local por parte de Mario Maulión: al prelado santafesino le tocó suceder a Karlic, un teólogo vastamente reconocido y respetado en toda la Iglesia que presidió durante dos períodos consecutivos el Episcopado (entre 1996 y 2002), que fue uno de los redactores del Catecismo y que ha tenido activa participación en los últimos sínodos.