Basso es una empresa autopartista reconocida a nivel mundial por sus válvulas para motores. Su vinculación con el INTI le permite controlar la calidad de sus productos y cumplir con las exigencias tanto del mercado nacional como internacional, para comercializar con automotrices de primer nivel.
La industria automotriz es un sector en expansión a nivel mundial que durante el primer semestre de 2018 alcanzó la venta de más de 44 millones de vehículos, según un informe reciente publicado por la consultora internacional JATO. Con el objetivo de acompañar este crecimiento y asegurar la calidad de autopartes fabricadas en Argentina, INTI-Rafaela adquirió un tomógrafo industrial, único en el país, que permite verificar el cumplimiento de los estándares de calidad exigidos por este mercado.
“La actividad exportadora de autopartes implica riesgos y fundamentalmente compromisos”, detalla Juan Carlos Serra, gerente de la empresa argentina Basso, reconocida en el mundo por la calidad de sus válvulas que son utilizadas en los motores de primeras marcas como Ferrari, John Deere, Peugeot-Citroën, Kawasaki y Polaris. “Debido al sistema de entregas y a los largos plazos implicados en el proceso de exportación, la calidad de nuestros productos tiene que estar asegurada en origen con herramientas cada vez más sofisticadas de control como el tomógrafo industrial”, agrega.
El hecho de exportar a 33 países de los cinco continentes hace que Basso esté plenamente insertado en el mercado de equipo original con el 85% de su producción y el 15% restante a reposición. Esta presencia le ha permitido estar a la vanguardia en cuanto al desarrollo y evolución tecnológica de la industria automotriz, lo que a su vez la mantiene actualizada respecto de las necesidades del siempre exigente y dinámico mercado.
“Las empresas automotrices van hacia este tipo de modalidad: buscan que sus proveedores inspeccionen sus partes en origen. Desde el INTI buscamos anticiparnos y darles soporte a esos proveedores”, resalta Omar Gasparotti, subgerente operativo de Regional Centro.
El tomógrafo fue importado de Alemania en 2017 por un valor de 435 mil dólares, mediante Aportes No Reembolsables (ANR) del gobierno santafesino, obtenidos en un concurso de financiamiento provincial otorgado por la Agencia Santafesina de Ciencia, Tecnología e Innovación (ASACTEI) en el que se presentó el INTI, junto a la Facultad Regional Rafaela de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN). Por sus características, supone la incorporación de una tecnología diferenciadora y de alto impacto que beneficiará directamente a la investigación y la industria de la provincia.
INTI-Rafaela cuenta, también, con un laboratorio de prototipado rápido de metales (impresión 3D) y otro de ensayos y mediciones en grandes dimensiones, con tecnología láser tracker. Estas capacidades le permiten atender demandas tecnológicas y necesidades de diferentes industrias como la metalmecánica, automotriz, maquinaria agrícola y de energía.
El funcionamiento conjunto de estos equipos es clave para el desarrollo no solo de Rafaela, sino de la región centro. En este sentido, Gasparotti explica que “la máquina de medir por coordenadas permite relevar una pieza para poder dibujarla, luego se imprime y verifica con el tomógrafo que superen las exigencias del mercado antes de pasar a producirse en serie”.