Un 13 de Marzo de 1968 se abió el Taller de Motos de Monzon, una friolera de 53 años hace hoy, como no recordarlo, sus dueños eran Pedro Demetrio y Roberto Monzón, Padre e hijo, con roles bien definidos, Demetrio se dedicaba a la venta de motos y repuestos, hasta hoy recuerdo que eran de Moto-hogar una empresa de Viale, mientras que Roberto era quien realizaba las reparaciones.
Fueron los pioneros en la reparación y venta de motovehiculos, era una sociedad de Pedro Demetrio, su padre hoy desaparecido, y Roberto su hijo a quién vemos en la foto en su taller, trabajando hasta el dia de hoy a pesar de distintas zancadillas que le tiró la vida, pero el «Negro» Monzon como lo conocemos hace muchos años permanece indemne en su taller siempre prestando el servicio y tendiendo una mano a quien la necesita, calculo que pertenezco al grupo que lo conoce hace mas de 40, cuando allí nos ofrecía sus instalaciones para largas charlas, cuentos, anégdotas, con distintos motoqueros, como el Gordo, Califa, el Gringo Miotti, Celso, algun dub-oficial del ejército y tantos personajes que a la hora de la tardecita concurriamos a escuchar las experiencias cotidianas, siempre mate amargo de por medio, preparado por «Gallo» o «Palito» Recuerdos inolvidables de una época dorada.
Me viene a la mente un siniestro igneo que tuvo donde se le quemaron motovehiculos cero kilometros y tantas cosas, tantas que estaríamos días contando anécdotas.
Roberto Monzon, nunca dejaba caer el ritmo del diálogo, y con sus anecdotas y vivencias nos alegraba las charlas, hoy hace 53 años que abrieron ese negocio, cuando las motos que había en nuestra ciudad eran muy pocas, y muchas de ellas Roberto debio estudiar sus fallas, sin muchas herramientas más que su ingenio, épocas sin tutoriales, pero todas se fueron andando.
Tantas anecdotas, como cuando Roberto me preparo mi Zanella a la que le decias «el carao» por su color Negro, para ganarle a las Gileras del Gordo y del Gringo, y la carrera fué a la vuelta del colegio Nacional (Calles de tierra) y ganó la que Roberto con tanta dedicación había limado, aquellas alegrias, y aquellas mañas como cuando le desenroscaste la tapa de la cortina de tu DKW para lograr un poquitito mas de velocidad, en fin son muchas vivencias
Hoy quiero felicitarte por una vida entregada a la reparacion de motos, y por sobre todas las cosas por ser una buena persona, Gracias Negro por tanto, y por tu vida entregada a esto, y te agradezco la llamada de este dia, que debí realizarla yó, para recordar algunas cosas, y pronto nos estaremos encontrando en tu taller para recordar tantas vivencias, GRACIAS NEGRO POR TANTO…. FELICES 53 AÑOS