Son primos hermanos oriundos de la ciudad entrerriana de La Paz; hoy se encuentran compartiendo el 51º Viaje de Instrucción a bordo del buque escuela de la Armada.
Limón (Costa Rica) – Pablo Maidana y Lucas Ascua crecieron juntos en el barrio Belgrano de La Paz, rodeados de amigos y familiares. Pablo es hijo de Cristina, y Lucas de Rubén y Mercedes; Cristina y Rubén son hermanos.
Los marinos entrerrianos cuentan que tienen muy buenos recuerdos de sus infancias, en especial cuando se juntaban a jugar al fútbol con los gurises del barrio, y que al día de hoy y en cada licencia se vuelven a encontrar para compartir alguna comida y recordar anécdotas de aquellas épocas.
El primero en ingresar a la Armada Argentina fue Lucas, en 2009: “Un amigo que ya estaba en la Institución me dijo de que se trataba. Sin dudarlo fui a Delegación Naval de Santa Fe e inicié el trámite de incorporación. Luego de una primera experiencia como Marinero Tropa Voluntaria, ingresé a la Escuela de Suboficiales de la Armada”, recuerda.
“Y yo ingresé en 2011 por recomendación de Lucas, que ya había pasado por algunos destinos de la Armada. Me motivaba servir y representar a la Patria en el país y las diferentes latitudes del mundo y por eso, sin dudarlo, me trasladé desde La Paz a la Base de Infantería de Marina Baterías, para incorporarme como Marinero Tropa Voluntaria”, comenta por su parte Pablo.
Después de transitar cada uno por diferentes destinos, los primos entrerrianos se volvieron a encontrar en 2018 a bordo de la fragata ARA “Libertad”. En ese primer viaje juntos pudieron conocer y recorrer muchos países de Centro América y América del Sur; y aquel año, la fragata realizó durante el viaje el encuentro de grandes veleros “Velas Latinoamérica 2018”.
Este 2023, la vocación de servicio los reencontró a bordo de la Embajadora de los Mares. La fragata zarpó el 27 de mayo pasado de Buenos Aires y hasta el momento visitó los puertos de Salvador de Bahía (Brasil), Puerto España (Trinidad y Tobago), Baltimore (Estados Unidos), Cartagena (Colombia), y Veracruz (México).
Hoy, los primos paceños se encuentran en el puerto de Limón, en Costa Rica. Para el Cabo Primero Pablo Maidana es su tercera navegación a bordo: “Y cada navegación es diferente para la formación marinera; este buque es realmente enriquecedor porque todos los días se aprende algo nuevo que tiene una repercusión positiva en nuestra carrera naval”, explica.
Pablo y Lucas también tienen en común la especialidad naval, son Apoyo General y realizan tareas de servicio en las distintas cámaras y camaretas del buque, y se desempeñan en las recepciones en los distintos puertos que visita “Libertad”.
Comparten también la misma edad, 34 años y ambos formaron sus propias familias: “Mi familia está constituida por mi señora, Belén, y mis dos hijos, Emilia y Alex”, expresa el Cabo Maidana.
“Durante una navegación larga se extraña mucho a la familia, a los amigos y a la ciudad que me vio crecer. Pero a la vez, en la fragata formamos un grupo humano muy lindo, entre todos nos contenemos. También tenemos tiempo de distensión en los que tomamos mates y escuchamos o hacemos algo de música”, relata Maidana.
Por su parte, el Cabo Primero Pablo Ascua comenta: “En mis tiempos libres o al llegar a algún puerto, lo primero que hago es ponerme en contacto, ya sea por llamada o videollamada, con mi señora, Joselina, y mis dos hijos, Dilan y Bautista. Si bien estamos físicamente alejados, la tecnología nos mantiene cerca de Argentina y en especial de La Paz”.
Los dos coinciden en que la Armada les dio todas las herramientas para desarrollarse como profesionales dentro de la Institución, y que la familia constituye el pilar principal en sus carreras. Lejos de casa y sus afectos, pero muy cerca de su vocación, ambos marinos disfrutan de trabajar en lo que les gusta, recorriendo el mundo.
La fragata ARA “Libertad” continúa su travesía llevando la historia de este encuentro emotivo y muchas otras historias que mantienen vivo el espíritu de los marinos. La experiencia de Lucas y Pablo sirve como ejemplo de que los lazos familiares y los de camaradería, son capaces de trascender los mares y unir los corazones en esta travesía única e inolvidable.
Hoy, se encuentran en el puerto costarricense (hasta el 22 de agosto) y les resta visitar Balboa (Panamá), Guayaquil (Ecuador), El Callao (Perú), Valparaíso (Chile) y, finalmente, Ushuaia y Puerto Madryn (Argentina). Los primos viajan junto a una tripulación de 300 personas, y tienen previsto su regreso al país para el 4 de noviembre.