El fallecimiento causó mucha preocupación gran malestar en el personal que presta servicio en esa la Delegación Resistencia de la Policía Federal Argentina, porque al parecer no tenía enfermedades preexistentes ni crónicas que terminaran con la muerte del efectico y por lo tanto aflora nuevamente la falta de protocolo, sobrecarga de horarios e inexistente acompañamiento a los policías que contrajeron el Covid-19.
Además, desde hace mucho tiempo la obra social se mantiene cortada más precisamente en el interior del país en todas las delegaciones que la PFA tienen asientos del territorio nacional, por otra lado los controles que se hacen en las rutas donde en la mayoría de los operativos hasta cinco ocupantes van en el móvil, pese a la negativa del personal. El personal elevó las quejas a través de la cadena de mando, pero desde que estalló la pandemia no tuvieron repuestas que garanticen a los trabajadores no exponerse al virus.
La muerte de Lencina enciende todas las alarmas ya que los efectivos que ingresan a esa delegación chaqueña no se les hace el protocolo contra el Covid-19 previsto por el decreto presidencial del gobierno nacional: tomar la temperatura y tampoco disponen de sanitizantes y otros elementos para tal fin , y mucho menos cumplen el distanciamiento debido a la superposición que se registra de agentes, suboficiales y oficiales en el mismo horario laboral
Pese a que se pidió al jefe de la policía Juan Hernández y al comisario inspector Fausto Nuñez, a cargo de la Agencia Regional Federal NEA, de exceptuar los controles vehiculares ante el alto riesgo de los uniformados que deben ir cinco policías en un vehículo cada guardia, el planteo no prosperó y los contagios en la dependencia se dispararon porque desde que se declaró la pandemia.
No obstante las malas condiciones de salubridad y el estrago que está haciendo el coronavirus, el trabajo de los agentes federales continúa prestándose en seguridad de edificios públicos, controles de rutas, cuidado y traslado de detenidos. Otro de los temores en los escalafones es la ausencia del médico de la institución. Los uniformados afirman: “Aunque no le corresponde obtuvo una licencia de lo más oscura y nadie controla a los contagiados que aumenta día a día”.
Ante este panorama desolador y terrorífico, el Ministerio de Seguridad de la Nación comandado por la antropóloga Sabina Frederic está totalmente desentendida del problema de la obra social y los padecimientos angustiantes del personal que depende de su ministerio a cargo, así están las cosas con una ministra que no sabe, no entiende y ni se preocupa por la seguridad de los ciudadanos y menos de sus integrantes de la fuerza de seguridad que reportan a sus ordenes.