La clausura de las 16 fiestas y los posteriores procedimientos realizados a los padres de los chicos encontrados en las mismas fueron conocidos los últimos días de noviembre a través de declaraciones realizadas por el titular de Diversión Nocturna, Mauricio Pinti, en diálogos con radio Nihuil y El Siete de Mendoza.
A partir de estos eventos, en diciembre la subdirección a cargo de Pinti reforzará los operativos, ya que a las constantes fiestas de egresados se suman nuevas fiestas en salones que no están habilitados para tal fin.
La sanción por el artículo 85 del nuevo Código de Faltas va de 2.000 a 4.000 unidades fijas y o trabajo comunitario de los padres, según decida el juez. Esa suma de unidades fijas actualmente se traduce entre los $20.000 y $40.000, mientras que el trabajo comunitario puede ir de 20 a 40 días.
En este caso, los controles se realizaron principalmente en fiestas privadas o de las denominadas clandestinas, una situación muy repetida ya que los jóvenes menores de 18 años no tienen acceso a los boliches habilitados.
Por ese motivo es que se conforman esas fiestas ilegales, muchas veces con los permisos de los padres que prestan sus casas, o en salones que no están habilitados para colocar una taquilla, cobrar el ingreso y vender alcohol.
“El tema de los menores de edad se detecta mucho en fiestas ilegales, por no tener acceso a locales habilitados. Se generan fiestas donde buscan diversión pero sin contención ni desde un seguro de responsabilidad civil o un servicio de emergencia, lo cual no garantiza la salubridad de esas personas”, agregó el funcionario.