Durante los primeros tiempos, Pastorizzo se corrió del dolor para poner toda su energía en lograr que se hiciera justicia, y lo consiguió. Nahir fue condenada a prisión perpetua por el crimen de Fernando y desde el 3 de julio de 2018 cumple su pena encerrada en el penal de mujeres de Paraná. No obstante, la defensa de la joven aguarda la decisión de la Corte Suprema tras la revisión del fallo con la esperanza de llegar a un nuevo juicio con perspectiva de género en el que consigan rebajar la pena.
“Todo lo que dicen de la violencia de género es mentira”, opinó Pastorizzo en relación a la estrategia de los abogados de Nahir Galarza. “El caso ya está cerrado. Hay tres sentencias firmes”, insiste.
“Lucho por algo que le sirva a toda la sociedad”, explicó. Esta ley llevaría el nombre de Fernando Pastorizzo, y el objetivo es que el término de la violencia de género se enmarque solo en ‘violencia’. “La violencia no tiene género”, subrayó.
“Nahir me pareció hasta diabólica”
Gustavo Pastorizzo había visto a Nahir con su hijo en varias oportunidades, pero siempre de lejos. No tenía relación con esa chica con la que Fernando, entre idas y vueltas, tenía una relación desde los 15 años. Recién cuando empezaron las audiencias del juicio por el crimen la tuvo por primera vez frente a frente.
“Me pareció un ser maquiavélico, hasta diabólica”, sostuvo el padre del joven asesinado por la rubia entrerriana que actualmente tiene 23 años, y apuntó: “Intentó provocarme, me insultó el segundo día del debate”. Tal cual y como lo hizo entonces un día a la salida de los tribunales, Pastorizzo volvió a remarcar la falta de arrepentimiento de Nahir y manifestó que nunca más desde entonces tuvo contacto con el resto de la familia Galarza.
La última Navidad
“El último 24 de diciembre lo pasamos juntos y solos”, recordó. Es que, explicó, esa era la costumbre desde hacía por lo menos siete u ocho años. “Cantamos, hacíamos karaoke, comíamos siempre lechón porque a Fernando le encantaba”, contó.
Esa noche, después del brindis y la sobremesa, Fernando se despidió para ir a encontrarse con sus amigos. No podía saber entonces que ya no volverían a verse, pero algo en él lo presintió. “Se fue a las 2 de la mañana, me dio un beso y me dijo ‘pá, te quiero mucho’”, relató Pastorizzo. Y él respondió: “Le pregunté en chiste si estaba borracho, porque no era común que fuera cariñoso”.
Se saludaron, Fernando arrancó con la moto y se fue. A la distancia, su papá entiende que tampoco su actitud en ese momento fue la habitual. “Me lo quedé mirando en la puerta hasta que dobló, como a las dos cuadras, y lo perdí de vista”, expresó.
En la madrugada del 29 de diciembre de 2017, apenas un par de días después, Nahir Galarza asesinó a Fernando a balazos. El joven tenía solo 20 años. Pero a pesar de lo imprevisto de la pérdida de su hijo, Pastorizzo siente que no le quedó nada pendiente. “Todo el 2017 fue como una despedida sin saberlo, lo llevé a ver a Boca, a Río de Janeiro, no nos quedó nada sin hacer”, remarcó.
El fallo de la Justicia lo sintió como un alivio para tanto dolor, era una deuda que Pastorizzo se había autoadjudicado y que necesitaba “cumplirle” a su hijo. Y cumplió. La condena fue prisión perpetua y la asesina está en la cárcel. “Nahir se está muriendo cada día, en cambio Nando está cada día más vivo en la memoria de todos nosotros”, reflexionó para cerrar.
El crimen de Fernando
El crimen de Fernando Pastorizzo, de 20 años, ocurrió pasadas las 5 del viernes 29 de diciembre de 2017, cuando el joven fue encontrado en una calle de Gualeguaychú con un tiro en la espalda y otro en el pecho, junto a su moto y dos cascos tirados en el suelo.
A la mañana siguiente, y al conocerse la noticia, la joven publicó una foto de ambos en las redes sociales y escribió: “5 años juntos, peleando, yendo y viniendo pero siempre con el mismo amor. Te amo para siempre, mi ángel”. Inicialmente, al declarar como testigo, Galarza dijo que había visto a su exnovio la noche anterior al crimen, aunque ante la sumatoria de indicios en su contra quedó detenida y en una segunda declaración reconoció que lo había matado pero que había sido de manera “accidental”.
El 3 de julio de 2018, el Tribunal de Juicio y Apelaciones de Gualeguaychú condenó a Nahir por unanimidad a prisión perpetua por considerar que “ha quedado destruida la hipótesis de la defensa de que los disparos se produjeron de manera involuntaria”. Ese fallo fue confirmado en julio de 2019 por la Sala II de la Cámara de Concordia.
A la espera de la Corte Suprema
A cuatro años del crimen de Pastorizzo, la defensa de Nahir Galarza aguarda con expectativa la decisión de la Corte Suprema, con la esperanza de que el máximo tribunal anule el fallo que condenó a la joven a prisión perpetua y, en consecuencia, se realice un nuevo juicio con perspectiva de género en el que consigan rebajar la pena.
La estrategia del equipo interdisciplinario que asiste a la joven condenada será probar en ese debate que el juicio en el que se la sentenció se hizo incumpliendo con los convenios internacionales firmados por la Argentina en materia de “Violencia de Género y Protección de la Mujer”.