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Hermanos de policía asesinado en Santa Elena creen que hay un autor intelectual del crimen

junio 1, 2018
Por el ataque mortal en un campo hay un joven arrestado. La familia informó a la Fiscalía las dudas sobre el hecho, pero no se avanzóDefraudados. La familia de la víctima no recibió la respuesta que esperaban de la Policía y la Fiscalía. Juan Ignacio Pereira.
Los hermanos del cabo primero de la Policía de Entre Ríos Martín López, que murió en marzo tras haber sido baleado por cazadores furtivos en un campo en Santa Elena, creen que hay un autor intelectual del crimen.
Sebastián López planteó sus dudas en torno a cómo se desencadenaron los hechos que terminaron con la vida de su hermano a los 32 años.
El hecho ocurrió el 8 de febrero, cuando el suboficial de Delitos Rurales ingresó al campo de la estancia Puerto Buey luego de que el dueño denunciara la presencia de desconocidos. López llegó y uno de los cazadores abrió fuego con una escopeta.
En ese momento, el funcionario policial tenía en su poder dos teléfonos celulares, dice Sebastián, que le fueron quitados mientras era trasladado de urgencia a Paraná. Siempre según el relato del hermano del policía fallecido, cuando fueron a reclamar los teléfonos se enteraron de que quien se los sacó los había destruido.
Recién hoy los hermanos del suboficial se presentarán como querellantes en la causa. «Nosotros cuando estábamos en el hospital San Martín con mi hermano muy grave, vino (el jefe de la fuerza entrerriana) Gustavo Maslein y nos dijo que nos desentendiéramos, que la Policía iba a poner un abogado para que nos represente», y añadió: «Cuando quedan en libertad dos de los tres detenidos (Sebastián Barrios es el único que quedó con prisión preventiva) nos presentamos ante el fiscal y nos enteramos de que no éramos parte de la causa». Los hermanos decidieron presentar hoy a Ernesto Figur como su abogado para poder intervenir en el legajo.
Sebastián afirmó que su hermano le contó que venía investigando a un empresario de Santa Elena, que es justo quien les informó a ellos que había destruido los celulares. Si bien la Fiscalía conoce este dato, el fiscal Santiago Alfieri no investigó esta hipótesis, porque según dijo Sebastián, no era importante.
Un dato sumamente importante que Sebastián aporta tiene que ver con el inicio de la investigación que al parecer Martín López llevaba adelante. «Mi hermano detiene a un cazador de Tabossi que le contó a quién le había comprado el arma automática que tenía en su poder».
Tanto Sebastián como Walter, el otro hermano del efectivo fallecido, creen que detrás del joven que disparó hay un instigador, un autor intelectual. «Nosotros creemos que los teléfonos contenían pruebas de que Martín fue amenazado de muerte, ya que contaba con información sobre hechos de corrupción que involucran a funcionarios policiales», aseveró.
Los hermanos del joven de 32 años se sienten defraudados por la Justicia, ya que no investigó una hipótesis que consideran válida. La familia tiene algunas preguntas que todavía no tienen respuestas: ¿Cómo la Policía permitió que de la escena de un crimen se lleven algo personas que no tenían que ver con la investigación? ¿A quién encubren?
Acusaciones
Los cuatro imputados en la causa tienen entre 21 y 23 años, y el menor 17, son changarines o ladrilleros, el más chico es hermano de uno de los mayores y también guardan relación de primos y amigos. Aquella noche, según confesaron tres de ellos, todos estuvieron en el lugar del hecho. No solo hay testigos presenciales, como el compañero de López y el capataz de la estancia, que los ubican en el campo, sino que al momento de ser citados a declarar los tres que dieron sus versiones no negaron su presencia en el establecimiento rural y apuntaron al cuarto, que es quien decidió abstenerse de declarar. Además, hay pruebas científicas que lo incriminan como el presunto autor material del disparo que terminó con la vida de López. Pese a esto, los querellantes esperan que no quede solamente en ellos la acusación.
(UNO)