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Planeaban fumigar con una peligrosa fórmula cerca de una escuela y de un barrio

junio 10, 2024

No es la primera vez que los habitantes del barrio Tierra Alta, en Colonia Ensayo –departamento Diamante–, quedan expuestos a un serio riesgo debido a las fumigaciones que se realizan en campos lindantes, pese a que hay legislación que los protege. Llevan años tratando de que las normas se cumplan, ya que están en juego su salud y su calidad de vida. En esta oportunidad, advirtieron que un ingeniero agrónomo había presentado una fórmula compuesta por Glifosato, 2.4D, Picloram, Cletodim, Piroxasulfone y Clorsulfurón para fumigar tres lotes agrícolas el viernes y sábado pasados, una fórmula con alto grado de toxicidad que no es apta para embarazadas, sin prever un plan de evacuación.

Los vecinos se enteraron gracias a que rige un amparo que lograron tiempo atrás, a partir del cual la Justicia estableció que con 48 horas de anticipación se los debe informar sobre las recetas a utilizarse, y el lugar y el momento en que se planifica hacer las aplicaciones con pesticidas en los campos. Esta comunicación se realiza a través de un grupo de WhatsApp al que denominaron “Aviso de Fumigaciones de Colonia Ensayo”. De este modo, advirtieron no sólo la peligrosidad de las sustancias con que se pensaba fumigar, sino el incumplimiento de las distancias mínimas de las viviendas que se deben respetar para hacerlo, con el agravante de que se iba a infringir la distancia mínima de protección a escuelas rurales, afectando a la escuela Primaria Nº 16 El Tambor de Tacuarí, situada en el acceso al Hospital Fidanza.

Controles al fumigar

Ante esta situación, Ximena Rosso, presidenta de la vecinal Loteo Tierra Alta, explicó a UNO: “Los ingenieros agrónomos van compartiendo las recetas para que las hagamos controlar y para que se respeten las distancias en las que hacen las aplicaciones. Esta llegó tardísimo, avisando que iban a fumigar, pasadas las 48 horas, en inmediaciones de la escuelita rural. La controlo, porque veo el plano y en esa distancia no podía ser que haya 600 metros. En el protocolo de escuelas rurales son 100 metros de restricción total, donde no se puede aplicar nada alrededor del establecimiento. Y al perímetro de esos 100 metros hay otros 500 metros más, que les llama ´zona de amortiguamiento´, donde no se pueden aplicar pesticidas ni clase 2 ni clase 1, que son las más peligrosas”.

“Se notaba en el plano a simple vista que esto no se cumplía, que estaba muy cerca, así que medimos y resulta que estaba a 260 metros. Pero el ingeniero decía y aclaraba en la nota que presentó en la comisaría, y que tiene carácter de declaración jurada, que estaba por fuera del perímetro y no se debían tener los cuidados del protocolo”, advirtió.

Acto seguido, lamentó: “Nosotros creemos que eso fue tendencioso, que brindó información falsa en una nota que tiene carácter de declaración jurada para poder hacer lo que no podía hacer”.

Alerta

Al dar alerta de la situación a la comisaría de la zona, el profesional planteó cambiar la combinación de agroquímicos, pero los vecinos decidieron de todas maneras dar a conocer el hecho, publicó el sitio Era Verde. Entienden que se trata de una prueba del nivel de atención a este tipo de irregularidades que no fue detectada por los organismos oficiales de contralor y que, de no ser descubierta por la ciudadanía, se las deja pasar y “las llevan adelante igual”, revelaron.

Al respecto, Ximena dijo a UNO: “Nosotros mandamos a valorar la receta con un biólogo especialista y dijo que eran más de ocho químicos, que iba a ser una mezcolanza terrible y que había que evacuar a las embarazadas; eso fue lo que más nos preocupó. Así que nos comunicamos con el jefe comunal y con la policía, para frenar esa fumigación. Entonces se comunicó el ingeniero diciendo que él iba a dar de baja la receta y listo, que nos hiciéramos lío. Pero nosotros, igualmente, lo denunciamos porque él tenía todas las intenciones de hacer las cosas mal. Y es una teoría de desigualdad”.

“No puede ser que se afecte a las personas. Y después nosotros tenemos que tomarnos el trabajo terrible y el tiempo de estar discutiendo, peleando, denunciando, cuando hay un protocolo de escuela rural que deben cumplir”, lamentó.

Por último, precisó: “Nosotros estamos ahí hace más de dos años, pero hay gente que está desde hace mucho tiempo expuesta a estas situaciones. Y desde que logramos el amparo, que no se fumiga, en lo personal dentro de mi familia notamos que estamos mejor de salud. Antes vivíamos con broncoespamos, picazones y otros síntomas. En mi caso debía vivir usando corticoides”.

Fuente(unoentrerios)