Especialistas. La División Antisecuestros de la Policía Federal rastrilla la zona con un perro adiestrado. Gentileza. El Día de Gualeguay
Cuando parecía que la resignación ganaba en la causa del empresario de Gualeguay desaparecido, Omar Benvenuto, ayer por la mañana se registró un llamativo movimiento de móviles y personal de la Policía Federal en campos y las banquinas de la ruta nacional 12. Con perros adiestrados, comenzó un rastrillaje que continuará hasta completar el recorrido que la víctima habría hecho hasta la localidad de Gobernador Mansilla, pasando por General Galarza, y también se inspeccionarán los establecimientos rurales de Benvenuto.
El hombre de 66 años fue visto por última vez en la noche del viernes 27 de octubre del año pasado por un familiar y su teléfono ya daba apagado a las 22 de ese mismo día. El domingo 29, su camioneta Toyota Hilux fue hallada abandonada a la vera de la ruta 12 pocos kilómetros al norte de Gualeguay. Tras la denuncia de su desaparición, investigada inicialmente por los fiscales Agustín Gianini e Ignacio Telenta, se trabajó sobre distintas hipótesis. La Policía provincial rastrilló ampliamente la zona y un perro rastreador marcó el paso de Benvenuto como si hubiera bajado de su vehículo, cruzado la ruta y subido a otro en sentido hacia el norte. Una cámara de vigilancia captó su salida de Gualeguay a las 20 de aquel viernes.
Luego, en los primeros días de la pesquisa, surgió un nuevo dato que orientó la búsqueda hacia Mansilla: una enfermera del hospital Nuestra Señora del Carmen declaró que el domingo a la madrugada estaban realizando una fiesta en la calle a beneficio del nosocomio local. En un momento apareció un hombre, quien le compró una rifa de tortas. La mujer anotó en el talonario del número que le vendió el nombre Omar Benvenuto, y tanto las características físicas como la vestimenta que aportó coincidieron con la del hombre buscado.
Sin embargo, pasaban los días y las semanas, y no se encontraba ninguna evidencia que permitiera asentar algunas de las hipótesis que se manejaban: que el hombre se ausentó en forma voluntaria o que terceros lo raptaron en la ruta.
Hasta que la familia de la víctima informó que habían recibido llamados telefónicos en los que desconocidos pedían pagar por el rescate de Benvenuto. Por lo tanto, recurrieron a la Justicia Federal para que investigue el caso como un secuestro extorsivo. La Cámara Federal de Apelaciones de Paraná resolvió que el Juzgado Federal de la capital provincial debía hacerse cargo de la causa, tal como lo pedía el entonces fiscal federal de Victoria, Carlos García Escalante.
En algunas de las comunicaciones los presuntos secuestradores mostraban conocimiento de cuestiones propias de la empresa o la familia, lo que llevó a sospechar que esas personas tienen una estructura importante.
«Si buscamos el paradero de una persona después de 30 días, prácticamente estamos buscando un cadáver. Si investigamos un secuestro extorsivo, estamos buscando una persona viva, para recuperarla», había dicho en aquella oportunidad el abogado de la familia, Esteban Español.
Había trascendido que en uno de los llamados extorsivos, una persona con tonada centroamericana pidió 1 millón de dólares para entregar a Benvenuto.
En este contexto, y luego de nueve meses de que la Cámara Federal decidiera la jurisdicción de la causa, se implementaron ayer los primeros rastrillajes, a cargo de divisiones de la Policía Federal con la estructura y el personal específico para la búsqueda de personas.
Según informó el sitio El Día de Gualeguay, perros de la policía de Río Negro, bajo la supervisión de la División Antisecuestros de la Policía Federal, comenzaron el rastrillaje. En tanto, Gualeguay 21 indicó que inspeccionaron la zona donde Benvenuto había abandonado su camioneta, y se indicó que el operativo continuará en la zona de Galarza, Mansilla y en los campos del empresario, en particular uno del Departamento Tala.
Sin novedades. La búsqueda del empresario no tiene ningún dato que permita saber dónde está.
Además, desde la fuerza federal señalaron que el operativo no obedecería a ningún avance en la investigación, sino a un último intento por agotar las instancias al alcance en la localización del empresario. Muchos se preguntaban ayer qué rastro podría encontrar un perro casi 10 meses después de la desaparición. Según indicaron las fuentes a dicho medio local, los canes utilizados pueden seguir rastros de hasta cinco años de antigüedad.