Sin créditos a largo plazo, en un contexto de inflación e inestabilidad macroeconómica, el sector frutícola argentino se las ingenia para innovar, en procura de ganar rendimientos y competitividad internacional

Ejemplo de ello es esta modalidad del arándano en maceta, que la empresa Extraberries ha comenzado a explorar en la zona de Concordia, donde ha cubierto las primeras 4 hectáreas.

“Lo estamos haciendo tanto en Argentina como en Uruguay. Estamos en un plan de reconversión varietal, porque las plantas que teníamos son de una productividad baja si se las compara con lo que se está plantando en el mundo. Decidimos ir a algo de última generación, con variedades de origen australiano, y, en algunos lugares, donde no están las características de suelo ideales, empezamos a incursionar con la plantación en macetas”, explicó Adolfo Storni, en diálogo con el portal Agrovalle.El CEO de Extraberries aclaró que “si bien en Argentina es novedosa, hoy es práctica habitual en Perú, en México y en Marruecos. Lo que hemos visto es que nos da una planta que se la puede cuidar mejor y bastante precoz. Si bien, en el mejor de los casos, tenemos dos años de experiencia, los resultados vienen siendo alentadores”.

Storni precisó que se usan macetas de 50 litros, todas con su riego individual, con un sustrato que mezcla corteza de pino, arena y perlitas. En algunos lugares se le agrega alguna cobertura al suelo para no tener pasto y eso genera ahorros en el mantenimiento de la entre fila.

“Hasta ahora estamos muy contentos con los resultados. La principal ventaja pasa por la precocidad que tiene la planta. A los dos años tenemos una producción importante. En las plantaciones tradicionales tenemos que esperar 4 años y en las macetas ya al segundo año hay una producción importante”, resaltó.Storni explicó que “el cuidado es similar a la planta en tierra. Al estar en macetas hay menores posibilidades de que surjan malezas que afecten la planta. También se puede trasladar la planta, mudarla de campo. Hemos visto que tiene una versatilidad mayor que cuando uno entierra la planta en el suelo y se sabe que ahí queda”.

Hay un dato de enorme relevancia: los rendimientos que se están alcanzando, notoriamente superiores al arándano de suelo. “Un poco por la genética y otro poco por el manejo, venimos viendo que el rendimiento es mucho mayor. Estamos apuntando a plantaciones que nos den arriba de 20 mil kilos por hectárea. Hoy el promedio de Argentina es casi de 7000 kilos y una buena plantación 10 o 12, y acá estamos hablando de triplicar casi el promedio”.

Semejante cambio en los rindes promete devolver algo de competitividad al arándano de la región. “Estamos bastante esperanzados en darle una competitividad que a veces a nivel país no la tenés, por todas las distorsiones que hay en precios relativos. A las falencias macroeconómicas que afectan a la hora de producir y exportar, tratamos de compensar toda esa mochila que te da el Estado a través de la competitividad que te da la planta. A veces la genética y la biología tratan de compensar lo que la política te quita”, concluye Storni.

La firma Extraberries, con inversiones a ambos lados del río Uruguay, “está haciendo en Argentina más suelo que maceta y en Uruguay más maceta que suelo. Entre los dos países, ya tenemos plantado en maceta cerca de 25 hectáreas”, detalló Storni. Y ante una consulta de El Entre Ríos, precisó que 4 hectáreas de maceta corresponden a la región de Concordia.

La producción en Argentina vs la producción en Uruguay

Tratándose de una empresa que invierte tanto en Argentina como en Uruguay, la comparación se vuelve ineludible.

Adolfo Storni no le escapa a la pregunta. “A nivel agronómico no hay grandes diferencias. Hay algunas diferencias macroeconómicas importantes. Hoy Argentina tiene un contexto de alta inflación. Podría llegar a ser este año 10 veces mayor a la uruguaya. En Uruguay tenés abundante crédito a largo plazo. Toda la reconversión la estamos haciendo con créditos a 10 años. En Argentina hoy eso no existe”, explicó.Aunque también rescató una única ventaja en la margen derecha del río Uruguay: “Hay cosas a favor en Argentina, porque muchos insumos son más baratos, por ejemplo, la energía eléctrica, el combustible”.

Explicó que “por las distorsiones que hay en el tipo de cambio, hay costos en Argentina que marchan al tipo de cambio libre y otros más cerca del oficial, y tenemos, hace muchos años, en el caso de los que exportamos, una devaluación que es la mitad de la inflación. Eso te va encareciendo todos los años”.

Como sea, la cuestión medular es la “estabilidad”: “Hoy por hoy, la gran diferencia entre Argentina y Uruguay, más allá de lo que dije de la inflación, el crédito y algunos insumos más baratos en el primer país que en el segundo, es la estabilidad macroeconómica, que ofrece más posibilidades de seguir invirtiendo. Hace mucho más fácil invertir en Uruguay que en Argentina, porque de lado argentino tenés todas las distorsiones que afectan primero la inversión, después la producción y la exportación”.

Fuente: Agrovalle – El Entre Ríos