Las autoridades japonesas confirmaron que un argentino integra la lista de los 41 nuevos infectados de coronavirus que están en el crucero declarado en cuarentena y amarrado en la ciudad de Yokohama desde el miércoles. Además de ser este el primer caso positivo de un ciudadano argentino, es el primer caso de contagio latinoamericano de la enfermedad, que ya se cobró 636 vidas en China, con 31.161 pacientes contagiados.
En las últimas 24 horas se elevó el número de afectados que estaban dentro del crucero a 61: se sumaron 21 japonenses, 8 estadounidenses, 5 australianos, 5 canadienses, un británico y el caso argentino, del que todavía no circularon datos de su identidad. Hay otros siete argentinos entre los pasajeros, pero aún no padecen síntomas.
Las autoridades habían prohíbido a los viajeros salir de los camarotes hasta que finalizara el período de cuarentena, que se prolongaría al menos hasta el 19 de febrero de no mediar ningún inconveniente. En ese lapso, el argentino había comenzado a experimentar síntomas, por lo que fue sometido a examenes, que más tarde confirmaron el diagnóstico.
«Llegaron los resultados de los 171 tests restantes, de los cuales 41 dieron positivo», anunció el viernes el ministro de Salud japonés, Katsunobu Kato, con lo que se triplica la cifra inicial de casos. Estos pacientes serán hospitalizados, al igual que los anteriores.
El crucero Diamond Princess había zarpado de Yokohama (Japón) el 20 de enero pasado y pasó por los de Kagoshima y Okinawa, además de Hong Kong, donde subió un pasajero infectado que contagió a los demás. La empresa que administra los viajes del crucero informó que al menos hasta el 19 de febrero los pasajeros no podrán bajar de la embarcación. A bordo del crucero se encuentran más de 3.700 personas (2.666 pasajeros y 1.045 tripulantes) de las cuales 1.281 son japoneses.
Las pruebas se limitaron inicialmente a las personas que presentaban síntomas o que habían estado en contacto con un pasajero que desembarcó en Hong Kong y al que se le diagnosticó la enfermedad. Pero ahora el ministro de Salud dijo que se someterá a tests adicionales a personas vulnerables a bordo, como los ancianos, y a aquellos que tuvieron contacto con los nuevos casos positivos.
De acuerdo a las indicaciones del capitán de la embarcación, los responsables de llevar adelante la cuarentena exigen a los pasajeros que «eviten formar grupos grandes y que mantengan entre ellos al menos un metro de distancia cuando conversan».