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Era previsible, pero en plena pandemia el gobierno no supo evitar el caos en los bancos – por Mattiauda

abril 3, 2020

En un puñado de horas se tiró a la basura la emergencia sanitaria por coronavirus y se abrieron las puertas a un peligroso contagio masivo o comunitario como se lo denomina, que es casualmente el que se busca evitar y contra el que más lucha el sistema de salud del país.

El gobierno, los gremios y los bancos han puesto en peligro a los argentinos. Son los responsables directos de lo que ocurrió en las primeras horas de este viernes con el hacinamiento de gente en sucursales de todo el país esperando para cobrar, dejando en evidencia mucha desorganización e inoperancia.

Si lo que ocurrió en los bancos era previsible, como lo aseguró sin ponerse colorado el titular de la ANSES, Alejandro Vanoli, entonces hubo impericia del gobierno que no supo evitarlo. El mismo gobierno que viene marcando bien y con firmeza las pautas de comportamientos y cuidados frente a la pandemia, no estuvo rápido de reflejos para aplicar un protocolo preventivo encontrando la manera de evitar que los adultos mayores, principalmente, salieran de sus casas.

La imagen se repitió en todo el país. En plena cuarentena obligatoria por la pandemia, las entidades bancarias tuvieron largas filas en las que se mezclaban jubilados y quienes por cronograma debían cobrar las AUH o la asistencia social por la emergencia. Todos juntos y en muchos casos sin respetar la mínima distancia entre sí.

Ante la incertidumbre económica y sanitaria actual, no se puede responsabilizar a la gente por amontonarse en los bancos porque es lógico que quien necesita el dinero, y más en esta coyuntura, buscará casi con desesperación la manera de cobrarlo. Además, si hay personas que no respetan la cuarentena obligatoria, que buscan cualquier excusa para salir de su casa y violar la norma, por qué no creer que ocurriría lo que finalmente sucedió.

Si para el gobierno primero está la salud hoy quedó demostrado todo lo contrario, porque no hubo un plan preventivo que priorizara cuidar al menos a la población de mayor riesgo. A las personas a las que se les pide (prácticamente se les exige) no salir de sus casas para no ser afectadas por la pandemia, a las que más debe proteger el Estado, se las expuso a la vulnerabilidad del riesgo que se busca evitar. El mismo día, a la misma hora, en el mismo lugar, todos juntos. No era necesario.

Lo ocurrido no solo debe encender luces de advertencia en el gobierno por lo que puede significar un contagio comunitario masivo del coronavirus, sino asumir el error, reconocer la gravedad del mismo y volver el marcador a cero en los días de la cuarentena.