Como consecuencia de una complicación cardíaca y renal, el expresidente Fernando de la Rúa fue internado en las últimas horas en la terapia intensiva del Instituto Fleni de Escobar.
Según pudo saber este diario, el estado de salud del exmandatario es grave. Su familia se comunicó con autoridades legislativas para reservar, si fuera necesario, el Salón de los Pasos Perdidos del Congreso de la Nación, para las exequias oficiales.
De la Rúa, de 81 años, fue hospitalizado en dos oportunidades este año. El 1° de enero fue sometido a una intervención quirúrgica por un delicado cuadro cardiovascular en el Hospital Universitario Austral, de Pilar. «Al ingreso presentaba un cuadro de infección respiratoria que agravó dolencias cardiovasculares previas. Se inició tratamiento antibiótico y se le realizó una angioplastia coronaria para asistir a su corazón», indicó el primer parte médico de ese centro de salud, al día siguiente de la internación.
Su última aparición pública fue en noviembre del año pasado, cuando participó en el acto realizado en el Teatro Colón en el marco de la cumbre del G-20. En esa oportunidad estuvo acompañado de su esposa, Inés Pertiné, y compartió palco con Adalberto Rodríguez Giavarini, quien fue canciller durante su gobierno.
Siempre tuvo problemas coronarios, de hecho, durante su presidencia fue intervenido por una afección, pero los problemas fueron complicándose por el inexorable paso de los años.
Para muchos de sus allegados, la salud de De la Rúa también fue deteriorándose por los avatares de su vida política, en particular por el juicio oral por el supuesto pago de sobornos por la ley laboral durante su Gobierno, en el que fue declarado inocente, que enfrentó en 2013 y durante el cual sufrió una descompensación que obligó a la intervención del SAME.