En primer lugar, cabe señalar que la población de Entre Ríos creció un 15,41% entre 2010 y 2022, ligeramente por encima de la tasa nacional (14,8%), y muy por encima de su propia tasa de crecimiento del anterior período intercensal (6,72%), entre 2001 y 2010.
El departamento que más creció es Colón (20,8%); también lo había sido entre 2001 y 2010 (17,91%). El que menos creció es Nogoyá (8,57%), el único departamento con porcentaje de crecimiento de un dígito. Nogoyá había sido también el de menor crecimiento entre 1991 y 2001 (4,32%). El departamento que más creció después de Colón es Tala (20,16%); en este caso el contraste es notable con el período anterior, en el que había sido el de menor crecimiento; en realidad había sido el único en ver disminuir su cantidad de población (-0,88%) entre 2001 y 2010.
Dividí a la provincia en 3 regiones (es obviamente discutible el criterio). Tengo así la Costa del Uruguay: Federación, Concordia, San Salvador, Colón, Uruguay y Gualeguaychú; la Región Centro: Feliciano, Federal, Villaguay, Tala y Nogoyá; y la Costa del Paraná: La Paz, Paraná, Diamante, Victoria, Gualeguay e Islas del Ibicuy.
La región de la costa del Uruguay es la que más creció (16,98%), con todos sus departamentos por encima del porcentaje provincial. La que menos creció es la Región Centro (12,93%). Sin embargo el departamento Tala (20,16%) está bastante por encima de la tasa provincial. En una situación intermedia está la región de la costa del Paraná, con un porcentaje de incremento muy cercano al provincial (14,60%). Los únicos departamentos en esa región con tasas de crecimiento superiores – levemente – a la provincial son Diamante (16,74%) e Islas (16,54%).
Si miramos una serie más larga, entre 1991 y 2022, la población de Entre Ríos creció 39,81%. El departamento que más creció es Colón (67,10%) y el que le sigue es Federación (63,10%). Los de menor crecimiento son Nogoyá (13,81%), La Paz (20,96%) y Tala (27,35%). En ese período la región que más creció es la costa del Uruguay (47,42%) y la de menor crecimiento fue la Región Centro (25,40%). Nuevamente al medio, la región de la costa del Paraná (37,25%), cerca del promedio provincial. Si miramos números absolutos el contraste entre Colón y Nogoyá es notable. En 1991 tenían 44937 y 37230 habitantes respectivamente. En 31 años Colón sumó 30.154 habitantes, casi mil por año, y Nogoyá sólo 5.141, 165 por año en promedio. Si tenemos en cuenta un período más extenso aún, veremos que Nogoyá perdió población en términos absolutos entre 1947 y 2022, pasó de 46.799 a 42.371, vale decir que todavía no recuperó la cantidad de habitantes de 1947. Feliciano y Villaguay también perdieron población en ese intervalo, 657 habitantes en el primer caso y 2477 en el segundo; si bien hay que considerar que Villaguay cedió una porción de su territorio para la creación del departamento Federal en 1972 y para San Salvador en 1995. Tala, por su parte, tenía el año pasado sólo 58 habitantes más que en 1947. Por otro lado, es notable cómo el Departamento Paraná pasó de tener el 18.81% de la población en 1947 al 27,48% en 2022.
Los datos parecen confirmar que se consolida una tendencia a la concentración de la población a lo largo de las costas, con un mayor dinamismo de la del Uruguay y el entorno de la capital, en desmedro de los departamentos del centro. Si miramos con más detalle, la sub región Norte de la Costa del Uruguay (Federación, Concordia, San Salvador y Colón) crece más que la subregión Sur (Uruguay y Gualeguaychú).
El departamento con menos población sigue siendo Islas, con el 0,99% de la población de la provincia. El más poblado sigue siendo Paraná, con el 27,48%, porcentaje que se mantiene prácticamente estable desde 1991.
En 1991 la región de la costa del Paraná concentraba el 45,25% de la población y la costa del Uruguay el 41,10%. En 2022 la diferencia se reduce ligeramente, 44,42% a 43,347%. La Región Centro exhibe un lento pero continuo descenso de su participación en el total de la población provincial, de 13.64% en 1991 a 12,24% en 2022. Cabe señalar que la superficie de la Región Centro es el 27,67% del territorio entrerriano.
Si miramos con más detalle la región de la Costa del Paraná, el único departamento que crece más que el total provincial entre 1991 y 2022 es Paraná (41,93%). La Paz es el de segundo menor crecimiento (20,96%) en la provincia, sólo por debajo en ese periodo de Nogoyá.
El departamento más poblado es también el más denso, Paraná, con 78,80 habitantes/km2. El menos poblado es también el menos denso, Islas, con solo 3,13 habitantes/km2. La región más densa es la costa del Uruguay, con 22,27 habitantes/km2; cerca se ubica la de la costa del Paraná, con 21,93 habitantes/km2 y más lejos la Región Centro con 8,47 habitantes/km2. La densidad promedio de la provincia es 18,11 habitantes/km2. Dicho en otros términos, el departamento Paraná tiene una densidad ligeramente superior a la de la provincia más densa del país (Tucumán), y el Departamento Islas tiene una densidad ligeramente menor que la de Río Negro, una de las provincias argentinas menos densas. Si comparamos por regiones, la de la Costa del Uruguay y la de la Costa del Paraná tienen densidades similares, ligeramente inferiores a la de la provincia de Córdoba. Mientras que la región Centro tiene una densidad levemente superior a la de Formosa.
En un país y en una provincia que sigue siendo poco densa, tenemos un corredor central de la provincia en el que la baja densidad y la escasa dinámica de crecimiento demográfico son el reflejo de la falta de un proceso de desarrollo socio – económico. Toda la provincia tiene un enorme potencial, pero algunas regiones están más deprimidas que otras y necesitaremos programas y proyectos que procuren equilibrar el territorio y brindar a todos los entrerrianos un horizonte de progreso y calidad de vida con igualdad de oportunidades, más allá del departamento en el que nazcan.
Es imposible planificar e implementar políticas públicas en cualquier sector (educación, salud, vivienda, empleo, etc.) si no contamos con información confiable y actualizada acerca de cuantos somos y dónde y cómo vivimos. Es de esperar que contemos pronto con datos más detallados del Censo 2022, que no serán suficientes pero sí son imprescindibles.